GETAFE/Palabra de concejal (13/07/2020) – La pandemia del Covid-19 obligó a todos los gobiernos del mundo a tomar decisiones drásticas en tiempo récord: paralizar, como en el caso de España, toda la actividad productiva como nunca antes se había hecho, y confinar a toda la población en sus casas con el fin de contener la propagación de los contagios. Los servicios públicos tuvieron que adaptarse a las circunstancias y el sistema sanitario se vio completamente desbordado por la situación.
Como ocurre siempre que hay una crisis nuestra capacidad para afrontarla depende de los recursos con los que contamos, y esta que hemos vivido ha puesto de manifiesto la escasez de recursos sanitarios con los que contábamos. Años de recortes en personal, en camas de hospital, de sobrecarga en atención primaria nos han pasado factura y se han dado situaciones límites con lasque nuestros profesionales sanitarios han tenido que bregar como han podido con un alto coste personal que en algunos casos les ha costado la vida.
La atención primaria, ese servicio público tan esencial para toda la población, tan necesario en la vida de los barrios ha sido sistemáticamente maltratado y reducido al mínimo por los gobiernos madrileños del Partido Popular. La razón es muy sencilla: la medicina preventiva no es negocio, no hay pruebas costosas que externalizar, ni grandes hospitales construidos con dinero público que puedan gestionar entidades privadas, por tanto no interesa reforzarla sino deteriorarla hasta eliminarla como ha ocurrido con el servicio de salud pública.
Si damos este pequeño rodeo es para poner de manifiesto que la situación de la atención primaria ya era precaria cuando llegó la pandemia. En ese momento se implantó un sistema de atención telefónica y se derivó a muchos profesionales de los centros de salud al hospital de Ifema, minusvalorando de nuevo la importancia de la atención primaria en la lucha contra la pandemia, y su tarea de servir de filtro para contener la locura en la que se convirtieron las urgencias en los peores momentos de la crisis sanitaria. Las vecinas y los vecinos asumimos en inicio la necesidad de minimizar la visita presencial al centro de salud por motivos obvios, pero pasado el tiempo la cosa sigue igual y hay algo que no acaba encajar. La desescalada ha acelerado la apertura de todo tipo de servicios públicos y privados. Es posible ir al centro comercial, incluso es posible viajar a otra comunidad e ir a un hotel pero continuamos sin poder pedir una cita en nuestro centro de salud.
El refuerzo de atención primaria que se le ha exigido a las comunidades autónomas no ha llegado, en cambio parece que el río revuelto ha traído consigo el cambio de modelo de primaria a la atención telefónica preferente sin tener el necesario debate público acerca de su conveniencia. Se conoce como doctrina del shock al mecanismo según el cual debido al aturdimiento producido por un hecho de gran repercusión se somete a la población a cambios rápidos y bruscos sin que esta pueda reaccionar y oponerse o dar su opinión sobre los cambios producidos.
Esperemos que ese no sea el caso de la atención primaria, pero no podemos negar que hay indicios de que algo está pasando. En plena nueva normalidad no se sabe nada de cuándo se abrirán las agendas de los centros, y para que nos atienda nuestra médico de familia o el pediatra de nuestros pequeños debemos pasar un filtro telefónico previo. A nadie se le escapará que para una persona anciana parte de su tratamiento es encontrarse frente a una profesional que le escucha antes de emitir un diagnóstico o prescribir un tratamiento, que hay infinidad de dolencias que no pueden ser valoradas de forma telefónica y que nuestros niños y niñas no pueden ser atendidos por teléfono de forma adecuada. Pero lo más importante, ¿en qué momento hemos decidido en un debate público abierto a todas las personas implicadas en la atención primaria que ese iba a ser nuestro modelo?
¿Veremos el día en que la llamada al centro de salud será atendida desde un call center privado? ¿Los cinco minutos escasos de los que disponían los médicos de primaria para atendernos antes de la pandemia van a quedar reducidos a una despersonalizada conversación telefónica?
Demasiados interrogantes y sobre todo demasiados silencios de la administración competente y su consejero de Sanidad. No sabemos nada acerca de su plan previo de telemedicina, ¿es ésta la oportunidad que esperaban para reducir a la mínima expresión la atención primaria?
Vamos a concluir con un aviso a navegantes al Gobierno de la presidenta Isabel Ayuso: los servicios públicos son de todos y de todas y tenemos derecho a decidir el modelo más beneficioso para los usuarios de la atención primaria. Ya nos estamos recuperando del shock y no vamos a permitir que destruyan nuestros luchados y queridos centros de salud, los defenderemos como siempre hemos hecho ¡salud!
Antonio Calvete
16 julio, 2020 at 13:45
Tienes mucha razón y este es un frente al que habrá que dedicar, primero atención para cargarnos de argumentos, y luego pedagogía para que la gente entienda que esto no es una ventaja para ellos, sino un beneficio para ciertas empresas (Pronto veremos que nuestras citas las gestiona un call center ubicado en Marruecos o Perú y gestionado por un fondo buitre).
Pingback: Podemos solicita la reapertura de la atención presencial en los Centros de Salud de Getafe - GetafeCapital.com
Hipólito Timoneda
13 julio, 2020 at 11:45
Delecnable, indigno y bochornable. Se acaban los adjetivos pero continúan los mismos sinvergüenzas dando que hablar.
! A la mierda!!!!