GETAFE/Sociedad (04/07/2020) – La Diócesis de Getafe ha presentado la Memoria anual de 2019 sobre las actividades que desarrolla Cáritas diocesana de Getafe. Debido a la crisis sanitaria por Covid-19, el departamento de Acción Social de Cáritas ha llegado a triplicar sus servicios de atención a las solicitudes de ayuda a familias y personas más vulnerables.
El organismo ha realizado un balance de su trayectoria durante el pasado año a través de un acto que ha contado con la participación de Enrique Carrero, director de Cáritas diocesana de Getafe; así como Ginés García Beltrán, obispo del municipio; María Teresa Herrero, secretaria general de Cáritas diocesana de Getafe y Raúl Flores, coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas Española y secretario técnico de la Fundación Foessa.
El director de Cáritas diocesana de Getafe, Enrique Carrero, ha explicado el aumento progresivo de la pobreza y el incremento de la ayuda por parte de la entidad. «Hemos detectado viejas necesidades que se han reavivado con la crisis. Hay mucha inquietud e incertidumbre de lo que puede ocurrir. Hemos tenido necesidad de reinventarnos para poder seguir atendiendo a todo el mundo, en la misma línea que veníamos haciendo, y protegiéndonos para tener continuidad en el futuro», ha señalado Carrero.
Asimismo, el director de la entidad ha manifestado la gran actividad que se ha realizado desde la inauguración de la sede en 2018, sobre todo, en este último año por la ayuda prestada en servicios de orientación laboral, la intensificación de la labor por parte del voluntariado, la realización de actividades formativas y la gestión de proyectos.
En el mes de junio, la entidad contaba con 103 parroquias. Sin embargo, en los datos recogidos en la memoria anual se ha notado un incremento hasta llegar a las 110 parroquias que ofrecen servicios de ayuda a través de Cáritas, así como la creación de cáritas interparroquiales. Actualmente, debido al incremento del servicio de ayudas cuentan con 1.176 voluntarios, 82 profesionales contratados y han contado con una inversión de más de 7 millones de euros, un 63% de fondos privados y el 37% por subvenciones públicas. «Antes donde se daba de comer a 100, se ha tenido que atender a 400», ha señalado el obispo diocesano Ginés García Beltrán.
La secretaria general, María Teresa Herrero, ha explicado que se han atendido más de 20.600 casos en 2019. Asimismo, ha destacado cómo se ha incrementado el número de peticiones de ayudas a la vivienda, el pago de alquileres o hipotecas, así como el número de parados que no acceden a empleos por problemas de salud y la dificultad para aquellas personas que carecen de estudios básicos o formación. “Tenemos que tener en cuenta que todas estas cifras son personas. Detrás hay rostros de personas que nos necesitan”, ha manifestado el director de Cáritas diocesana de Getafe.
El organismo ha señalado los principales perfiles que acuden a solicitar ayudas, entre los que se encuentran: personas con empleos precarios que viven al día, y que forman parte de los sectores como la hostelería y servicios, que tienen un empleo informal y forman parte de la economía sumergida, ambulantes, inmigrantes sin autorización formal, personas sin conexión ni habilidades digitales, entre otros.
Según Herrero, ha aumentado en un 18% el número de personas que acuden en situación de desempleo y búsqueda de actividad con respecto al 2018. También ha explicado que la brecha de desigualdad de las personas atendidas entre hombres y mujeres se ha acortado con respecto al año anterior.
Entre los datos de personas en situación de vulnerabilidad destaca el perfil de las mujeres. Según la entidad han atendido a 722 personas en el programa de empleo, de las cuales 178 personas han realizado cursos de formación y entre los que se encuentran 167 mujeres, frente a 11 hombres debido a la mayor dificultad de acceso al empleo.
La Diócesis de Getafe ha agradecido la labor tanto de los trabajadores como voluntarios, colaboradores y empresas con espíritu solidario, así como al Seminario Mayor. Sobre este último, Carrero ha expresado que «han estado durante todos estos meses recibiendo llamadas de petición de asistencia, escuchando y canalizando las peticiones. Nos ha dado un apoyo fundamental creando un centro de atención telefónica para recibir llamadas porque no podíamos tener la sede abierta».