GETAFE/Reportaje (24/07/2020) – Lilas, Loto, Camelias, Nardo, Alelí… Bien podría decirse que estamos hablando de un jardín lleno de flores donde cada vez más proliferan especies de todo tipo. Lejos de la realidad, nos referimos a algunas de las calles que conforman uno de los barrios más pequeños del municipio de Getafe. Hablamos de Las Margaritas, un barrio muy concéntrico, situado al lado de la Universidad Carlos III de Madrid, y compuesto en su mayoría por personas mayores y estudiantes. Un barrio de acogida, como si de un jardín se tratase, con multitud de nacionalidades.
Sin embargo, con la finalización del curso académico, muchas de las viviendas del barrio se encuentran actualmente vacías. En este periodo estival, los estudiantes abandonan las residencias de la capital y regresan a sus hogares de origen, y los mayores deciden disfrutar de sus segundas residencias. A este hecho tan habitual que se repite en los meses de verano, más si cabe después del confinamiento provocado por la crisis sanitaria de Covid-19, se suma el incremento generalizado de okupaciones de varias viviendas del barrio getafense. “De normal hay mucha rotación por la influencia de la universidad y ahora no hay estudiantes, y están aprovechando los pisos que se alquilan para los universitarios”, manifiesta un vecino de Las Margaritas.
El desconfinamiento tras la pandemia por Covid-19 ha supuesto, que algunas de esas personas que se dedican a introducirse en casas ajenas, se desplacen hasta el municipio de Getafe. Un vecino del barrio confiesa que desde hace quince días “están aprovechando la temporada de verano, que saben que están empezando a vaciarse por vacaciones, y han comenzado a okupar pisos. Primero han sido intentos y ahora se han convertido en okupaciones”. Además, explica que “ahora están por todo el barrio. Hay ‘ojeadores’ que se dedican a estar por el barrio dando vueltas y observando si las persianas llevan muchos días bajadas”.
Desde el año pasado, los vecinos de Las Margaritas aseguran que han venido encontrándose con personas pertenecientes a bandas latinas que han empezado a okupar pisos en las calles que rodean la plaza principal del barrio. Los vecinos señalan que desde entonces el movimiento de este tipo de actuaciones ha tenido un aumento generalizado. “Sentimos una inseguridad absoluta. De hecho me consta de gente que se iba a marchar de vacaciones o al pueblo y están cancelando las salidas. Hay miedo en el barrio, de que de pronto te llamen y tengan tu piso okupado”.
Este vecino cuenta que la pasada tarde del martes 21 de julio, a las 19 horas, se producía una nueva okupación en el barrio. Esta vez en la calle Lilas. “Fue una tercera planta, que se había quedado vacía porque había inquilinos que se marchaban y aprovecharon el trámite de salida del inquilino para entrar a okuparlo”.
La Ley alega que si se pilla a los okupas en menos de 48 horas, la policía les puede desalojar, sin necesidad de una orden judicial y si los propietarios pueden demostrar que esa vivienda les pertenece. Más allá de esas horas se produce la usucapión que la RAE define como la “adquisición de una propiedad o de un derecho real mediante su ejercicio en las condiciones y durante el tiempo previsto por la ley”, es decir, que a partir de esas horas pueden quedarse por el usufructo o “derecho a disfrutar bienes ajenos con la obligación de conservarlos”, en este caso de la vivienda.
Según el conocimiento de los vecinos del barrio, la mayoría de este grupo “organizado” se encuentra en la calle Loto 2, ya que aprovecharon el andamiaje de la fachada para forzar una ventana de un piso. Así como en la calle Azucena 10, en la que identifican a la “matriarca” de origen dominicano. Anteriormente, comentan, que fueron expulsados por un juez de la calle Camelias 2 por ocupar un piso que legalmente se encontraba en herencia. Un hecho, que sumado a una reyerta producida en el mes de enero, supuso la expulsión por un juez. Esta semana señalan que se han metido en la calle Lilas 6, y creen que ha sido facilitado por los anteriores inquilinos que se encontraban en alquiler. “Si alguien se mete en mi vivienda mientras yo estoy, llamaría por robo, no por okupación”, comenta un administrador de fincas.
Los vecinos aseguran que la Policía Local de Getafe ha puesto algún servicio extraordinario de patrullas por el barrio, pero la legalidad marca que sea la Policía Nacional la que realice las intervenciones. “Son gente que tiene entre 22 y 30 años. En este caso, por lo que tenemos escuchado, se trata de una banda latina pertenecientes a Los Trinitarios. En el mes de enero, la madrugada del 5 al 6, hubo una pelea multitudinaria entre dos bandas, a las 2 o 3 horas de la madrugada, en la que se estaban disputando el territorio. Catanas, machetes…. Tuvieron que intervenir varias unidades de la policía”, relata un residente del municipio.
“A nosotros no nos importa la okupación en sí, puesto que en cualquier barrio de los más céntricos de Getafe se han padecido. Lo que nos preocupa es como se están llevando estas okupaciones, a través de grupos peligrosos, porque añadido a la okupación están atrayendo la mala convivencia, venta de drogas, movimiento de bandas, prostitución… y eso aporta peligrosidad al barrio. Hay una sensación real en la calle de inseguridad. En la plaza de Las Margaritas, a las 19 horas de la tarde, parece que estamos en Santo Domingo. Toman esa zona como suya propia y te insultan, te miran mal… porque es ‘su zona’. Además tienen tres o cuatro perros potencialmente peligrosos. En la calle Loto se empiezan a ver que suben chicas jóvenes… y teniendo en cuenta la cercanía con la universidad, creemos que intentan llegar a una clientela joven como los estudiantes. Estas últimas semanas lo que vemos es que están intentando ganar territorio en el barrio”, comentan entre vecinos.
Desde fuentes municipales aseguran que en el municipio la delincuencia ha bajado mucho. Según el Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior, Getafe es el segundo municipio de la Comunidad de Madrid donde más ha bajado durante 2019. Y de acuerdo al informe del primer trimestre de 2020 también ha seguido descendiendo, un 18% en general de las infracciones penales y un 30% sobre robos con fuerza en domicilios. “No tenemos constancia de un incremento de okupaciones en el barrio, pero en caso de existir algún caso es importante que el dueño de la vivienda denuncie lo antes posible para que se inicie el proceso judicial”, señalan desde el consistorio. Unos datos que, según los vecinos, difieren de la realidad. «Hoy me he encontrado la cerradura de mi tienda forzada», comenta un vecina del barrio.
Pisos alquilados, algunos que llevan años cerrados y no están habitados, aquellos que tienen los bancos… Varios vecinos del barrio confiesan que durante los últimos años, lo que era un hecho residual, ahora con estas actuaciones dirigidas por un grupo organizado se están convirtiendo en asiduas. “Después de la crisis de 2008 sí que hubo bastante okupación de pisos que se quedaban vacíos y pertenecientes a los bancos. Nunca ha sido la idea de grupo organizado que se ha introducido en el barrio como hay ahora”, explica un administrador de fincas.
“Ellos intentan demostrar que están viviendo como cualquier otro vecino e intentan pagar la comunidad y obtener un justificante o recibo. El caso más surrealista fue el de un señor que compró una vivienda al banco por un precio bajo y que estaba okupada. Fue a juicio por desahucio, pero le han dado la razón a los okupas y han llegado a un acuerdo de alquiler social. Se ha tenido que quedar con el piso, con unos inquilinos dentro, pero con un precio del piso inferior al mercado”, relatan desde la administración de comunidades.
Desde las administraciones de fincas señalan que “mucha gente ha conseguido convertir la okupación en un alquiler social, sin dar ningún tipo de problema. Desgraciadamente los administradores de fincas no somos autoridad, aunque la Policía, cuando hay una okupación, les dice a los vecinos que se dirijan al administrador. Nosotros no podemos hacer nada que no sea acordado por los vecinos como por ejemplo emprender algún tipo de acción judicial para expulsar a esa gente. Pero no deja de ser una propiedad privada y estamos limitados. Para nosotros lo importante es la convivencia”.
“Para que las acciones judiciales sean efectivas tiene que haber un precedente como muchas denuncias sobre problemas de desorden, inseguridad… Y a través de lo que se denomina cesación se obliga, ya sea un vecino o inquilino, a abandonar el domicilio en un máximo de dos años”, explica un administrador. Por eso, los vecinos y administradores piden la colaboración de la ciudadanía para denunciar este tipo de actuaciones con una “llamada anónima” a la policía para que quede constancia de los hechos y posteriormente se puede tratar por vía judicial. Asimismo, piden que la Policía Nacional tome cartas en el asunto con respecto a la seguridad ciudadana por ser competencia directa. “Les pedimos mayor presencia y seguimiento”, manifiesta un vecino del barrio de Las Margaritas.
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Susy Santos
29 julio, 2020 at 10:06
Muy buenos días vivo en calle loto y en mi edificio hay dos pisos con acupas y perros y drogas por favor pedimos ayuda gracias
Javier
28 julio, 2020 at 4:37
Soy un propietario, y mi pregunta es, para cuando la ley va a cambiar la situación de los okupas, ya que si la ley los ampara y yo me voy por un viaje o me ausentó tes días de mi casa, sea por placer o necesidad, y regreso y mi casa está ocupada, lo más probable es que ni la policía de ninguna autoridad quiera hacer algo al respecto, argumentando que han pasado más de 48h de la ocupación inclusive si tengo todas las pruebas para demostrar que es mi vivienda habitual. Por lo que la ley nos deja totalmente desamparados las personas que intentamos cumplirla, y mantener el orden constitucional con impuestos y demás obligaciones,
dando más derechos y ventajas al que no la cumple y no la respeta que al que la intenta cumplir y respetar. Por favor, plantearse un cambio en la ley lo más urgente posible por que los que no tenemos la posibilidad de tener o un guardia privado o una buena agencia de seguridad o alarmas instaladas en nuestra vivienda, estamos expuestos a que si faltamos mas de 48h (dos días) por la situación que fuese fuera de nuestra vivienda, podríamos quedarnos en la calle, aunque no tengamos donde más vivir, como es mi caso. Para cuando el gobierno central o los gobiernos autonómicos esperan cambiar esta ley injusta en contra de la gente responsable y honrada. ¿?¿?