GETAFE/Sociedad (28/05/2020) – El Gobierno Municipal de Getafe, junto al Consejo de Discapacidad de Getafe, ha instado al Gobierno de España a modificar el Real Decreto que regula la prestación por hijo a cargo con enfermedad grave, para que esta no acabe cuando el menor cumpla la mayoría de edad, así como la Ley General de Seguridad Social en lo que a esto se refiere. En el Pleno del Ayuntamiento, la propuesta ha sido aprobada por unanimidad.
De esta manera, han propuesto ampliar la prestación hasta los 26 años, con una discapacidad reconocida igual o superior al 33% que precisan grandes necesidades de apoyo, implicando dificultades adicionales para sus cuidadores. También se pide la modificación del Estatuto de los Trabajadores para que puedan beneficiarse los padres o cuidadores, de una reducción de jornada laboral.
El Gobierno Municipal, en permanente comunicación con los colectivos que forman el Consejo de Discapacidad de Getafe, a través de su concejalía de Bienestar Social, se han sumando a la opinión de las diferentes asociaciones y federaciones de personas con discapacidad. Estas han estudiando la posibilidad de agilizar la prórroga de la prestación por cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave, más allá de los 18 años.
Desde el consistorio consideran que, con motivo de la crisis sanitaria, las familias de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave sufren aún más las consecuencias de las necesarias medidas de confinamiento, haciéndose cargo de la atención y cuidado en casa. Este hecho se ha producido a que los Centros de Educación Especial, Ocupacionales y Centros de Día han permanecido cerrados, y en algunos Centros Residenciales se ha propuesto que las familias lleven a sus hijos a sus casas como medidas de prevención.
La dificultad de volver a las aulas será más complicada para estos colectivos, por no poder usar medidas de protección en caso de alumnos con graves problemas de conducta, problemas de salud graves, etc. Esta situación hace que en muchos casos sea incompatible la reincorporación al puesto de trabajo o la conciliación laboral. Incluso optando por la conciliación, la dedicación es tan alta que inevitablemente impacta en la situación laboral del cuidador. Y cuando un miembro de la familia deja de trabajar para el cuidado del menor, la pérdida de poder adquisitivo origina otros problemas añadidos a nivel personal y familiar que con la continuidad de esta prestación no se darían.