GETAFE/Varios (14/05/2020) – Pocos tienen en cuenta el gran poder devastador del fuego, un poder que la mayoría ha podido comprobar con sus propios ojos, pues con frecuencia los incendios arrasan bosques y zonas de enorme riqueza natural no solo del país, sino también de lugares más lejanos. Y es que, muy pocos han sido los que no se han hecho eco de los incendios que han arrasado Australia o de los sufridos en la Amazonia, el considerado pulmón de la tierra al que no todos prestan la atención necesaria.
A medida que el termómetro empieza a subir, el riesgo se incrementa, cada verano el número de conatos aumenta y cada vez son más las hectáreas calcinadas. Con frecuencia los daños son soportados, única y exclusivamente, por la madre naturaleza. Pero en ocasiones, el fuego es tan violento y difícil de controlar que las llamas avanzan tan rápidamente que las autoridades se ven en la necesidad de desalojar núcleos urbanos, y las personas, preocupadas y sorprendidas a partes iguales, contemplan lo nunca antes visto, el gran poder devastador del fuego.
En cualquier caso, los incendios no solo se producen al aire libre, sino que también existe una gran cantidad de conatos que se producen en el interior de viviendas, edificios y empresas, producidos en su inmensa mayoría por despistes de las personas, siendo también muy frecuentes los incendios de origen eléctrico.
Una sartén con aceite olvidada al fuego, un brasero mal apagado, un cortocircuito, cualquiera de ellos puede dar lugar a un incendio que sería fácilmente extinguible si se contase en las proximidades con un extintor de incendios y, por supuesto, con los conocimientos necesarios para utilizarlo con la mayor eficacia.
Dicen los expertos que solo cuando el fuego acecha y acorrala la mayoría de personas se da cuenta de la enorme importancia de poseer dispositivos de detección y lucha contra incendios, haciendo que comprar extintores o cualquier otro tipo de dispositivos de lucha contra incendios para los hogares y empresas sea tan necesario como poseer agua corriente o electricidad.
Sin embargo, y mientras edificios públicos y privados, así como empresas cuentan con una enorme cantidad de este tipo de dispositivos para luchar contra el fuego, lo cierto es que la mayoría de viviendas unifamiliares no poseen ninguno de ellos y, teniendo en cuenta que este tipo de viviendas se encuentra situado, por norma general, alejado del núcleo urbano, es posible que para cuando los bomberos hayan llegado las pérdidas materiales sean mucho mayores que si desde el inicio del conato se hubiese utilizado un extintor.
Tener un extintor en casa y saber utilizarlo debería de encontrarse entre las prioridades de cualquier persona.