GETAFE/Grada Azulona (28/02/2020) – Los azulones superan la encerrona orquestada por jugadores, afición y prensa local. El equipo de Bordalás sale airoso de Ámsterdam y vuelve a asombrar en Europa doce años después.
El fútbol del Viejo Continente estaba en deuda con los azulones. La cuenta pendiente se remontaba a la primavera de 2008. Esa deuda por pagar se generó con un gol de Luca Toni, cuando diez millones de españoles sufrían aquella prórroga, cuando dos reyes jaleaban al equipo de la periferia madrileña, cuando fuimos los mejores. La espina ha permanecido clavada en el corazón de la afición azulona durante doce años; la herida dejó de supurar ayer.
Este Getafe no es un Getafe cualquiera. Tiene el sello de autor de don José Bordalas. Bajo el mando del técnico alicantino, el Coliseum ha disfrutado del mejor Getafe de la historia. Amado por unos y odiado por otros, el míster ha hecho del bloque azulón un equipo temible, competitivo siempre e inabordable las más de las veces. La dirección deportiva ha hecho del Getafe un equipo grande. El tamaño viene confirmado por sus excelentes resultados ligueros. El éxito frente al Ajax ratifica esta posición privilegiada.
Una mentira repetida mil veces sigue siendo mentira, pero la etiqueta que le han puesto al Getafe los autonombrados inventores del fútbol es utilizada por determinados equipos, como el legendario Ajax, un gigante europeo, como la excusa única para explicar la dolorosa eliminación de un equipo tan grande ante otro de orígenes humildes.
Pero el Geta sigue a lo suyo, remando contra viento y marea, contra todo y contra todos. Rema tan fuerte que nada ni nadie le quita la ilusión a un equipo a una familia que hacen buenos los tópicos: juntos son (casi) invencibles, cada día son más y mejores.
Ayer, 2.500 azulones estuvieron presentes en la grada del Johan Cruyff Arena, en lo que es el mayor desplazamiento europeo en la historia del equipo. Ni el Valencia, que llevó 2.300 hinchas a su último compromiso en Champions, ni el Sevilla, que apenas desplazó unos pocos centenares de seguidores hasta Rumanía, han sido capaces de superar esta cifra. Hay lista de espera para hacer nuevos socios, sube la demanda para seguir ensanchando una base social que se merece el mayor de los respetos. Los fieles del Getafe estamos disfrutando como niños de un hermoso sueño europeo que prolongaremos durante al menos dos partidos más.
Para estos dos encuentros el calendario ha vuelto a ser caprichoso. El próximo rival será un nuevo gigante cuya leyenda se hunde en la historia. El equipo que preside Ángel Torres viajará hasta Milán, epicentro europeo del coronavirus, para jugar contra el Inter, un club que, además de competir en la Europa League, se encuentra inmerso en la pelea por el Scudetto.
El Getafe es corazón, humildad y orgullo. Decir Getafe es decir Europa.
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