GETAFE/Tribuna con acento (07/01/2020) – Vivimos unos tiempos tan enloquecidos que nos encontramos a gente que llama golpistas a quienes ya están en el poder y, por lo tanto, no se lo pueden quitar a nadie, y los mismos y mismas llaman democracia a destituir a electos. Maduro es un golpista a pesar de haber sido elegido por mayoría y Guaidó, se pasea por ahí diciendo que es el legitimo presidente sin haber ganado las elecciones. En Bolivia, el golpista es Evo Morales y la demócrata es la sabandija que se ha autoproclamado presidenta con el apoyo del ejército mas golpista del mundo.
Los tribunales españoles y la Junta electoral, una continuidad del Tribunal Supremo, han destituido a un presidente de Comunidad y prohibido a otros que tomen posesión de su cargo. La patraña no tiene parangón en los pretendidos estándares democráticos occidentales. En otros países han tenido siempre un poco de mesura a la hora de tomar este tipo de decisiones.
Pero aquí no. Aquí se permite a un señor presentarse a las elecciones, se le proclama electo en el BOE y luego no le dejan salir de la cárcel para recoger el acta. Consultan al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre si puede coger el acta y no esperan la respuesta. Condenan al eurodiputado y cuando responde el TJUE resulta que debería haber cogido su acta y por lo tanto habría gozado de inmunidad y no podrían haberlo juzgado sin pedir el levantamiento de su inmunidad al parlamento europeo.
Los jueces españoles no hacen caso a nada de estos informes y dicen que cuando preguntaron estaba en prisión preventiva. Y que al responder el TJUE ya está condenado.
Pero no pasa nada. Hemos actuado mal pero ya no hay vuelta atrás. Mientras, como efecto colateral, han terminado dando los cargos de eurodiputados a Puigdemont y a Comín que pronto tendrán su acta y su inmunidad.
La última barbaridad es la de destituir a Torra. Torra fue denunciado por haber puesto lazos amarillos y pancartas en la fachada de la Generalitat. Semejante crimen fue sentenciado, por esos mismos jueces, vergüenza de cualquier demócrata, con una inhabilitación de 18 meses. Torra ha recurrido y por lo tanto la condena no es firme. Salvo para la Brunete judicial.
El PP, mano negra en esta trama, recurrió a la junta electoral catalana para que le inhabiliten, sin esperar al recurso de Torra. Como ahí no les hicieron caso ahora recurren a la junta electoral central donde tienen mayoría. Y ahí por un voto de diferencia se inhabilita a Torra. Ya veremos en que queda porque hay recursos planteados. Pero no esperemos mucho.
¿Y que pinta la Junta electoral por ahí? Si ya no hay elecciones.. ¿Y como se puede inhabilitar a alguien sin haber sido condenado en firme? Pues es que cuando no consigues tus objetivos por las buenas hay que tirar por donde te enseñó el recientemente desalojado del Valle de los Caídos.
O sea destituyen a Junqueras y ahora a Torra. Y luego acusan a los demás de golpe de estado. El portavoz del PP en el Senado en la anterior legislatura, noviembre de 2018, vino a justificar el acuerdo con el PSOE para renovar el poder judicial en un whatsapp enviado a sus compañeros en el que señalaba: “ Controlaremos la sala segunda del supremo y la sala 61 desde atrás” . Este acuerdo se paralizó tras la filtración estos mensajes. Pero demuestra que el PP sigue manejando los grandes órganos de la ¿justicia? española.
El problema es que tarde o temprano todas estas barbaridades se vendrán abajo porque no hay país europeo ni institución, por muy conservadora que sea, que avale las barbaridades de la justicia española. Pero habrán hecho daños irreparables. Mientras tanto, siguen demostrando que en este país los golpistas siguen administrando justicia, poniendo gobiernos y tratando por todos los medios de imponer su posición.
Hay que cambiar algo más que el gobierno. Cuanto más tardemos en traer a la República, peor para todos.
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