GETAFE/La voz de la experiencia (02/12/2019) – En estos últimos meses, y sobre todo, en las últimas semanas o días, estamos asistiendo a posturas y comentarios políticos, de una intransigencia excesiva, me atrevería a decir que, casi belicosa.
Tenemos una España tan variada en clima, costumbres etc., que casi todos los analistas extranjeros, coinciden en que somos un país, con unas características propicias para alcanzar y mantener una vida moderadamente feliz, envidiable para otros muchos pueblos, y no solo por nuestras costas, playas, clima, gastronomía, cultura y calidez en el trato, también, por nuestras muchas capacidades.
Durante muchísimos años, hemos convivido con regiones y personas que finalmente nos enriquecieron y forjaron la forma de entender la vida, en su más amplia expresión. Mas recientemente, este país, sufrió una guerra fratricida y desgarradora, una larga posguerra de penurias, una larguísima dictadura, y finalmente, un proceso democrático, que aunque lento e incompleto, ha sido admirado por el mundo, y nos ha permitido un periodo de paz y superación, inigualables en esta España nuestra, en resumen, hemos sido muy capaces en muchas cosas, aunque todas ellas sean mejorables.
Hoy, algunos jóvenes, casi todos universitarios bien formados en todos los campos, especialmente en la política, pueden pensar que esto siempre fue así, o que, si consiguió en su momento, fue porque ya tocaba, y sin el respeto debido a la historia, las costumbres, las leyes, a sus mayores, y la que es peor, sin respeto a sí mismos, ni a sus hijos, tratan algunos temas fundamentales con desprecio, con un lenguaje soez y belicoso. ¿Pero, alguien piensa, que tirando continuamente piedras hacia arriba, no vas a terminar escalabrado?
Tenemos que seguir trabajando para reducir las desigualdades, mejorando la educación y la sanidad públicas, erradicando la pobreza severa, para ello, toda la ciudadanía debemos esforzarnos, especialmente los políticos, para que cualquier persona pueda tener una vida digna.
El lenguaje que algunos están esgrimiendo, no nos vale para construir un futuro más justo, ni tan siquiera en el caso de que tuvieran razón, es un lenguaje de desprecio, violento, más propio de tiempos de guerra, no busca construir, sino aniquilar al que no piensa como tú, intentando sabotear todo aquello que procede de otros.
Casi todos, hemos nacido, crecido y desarrollado en el seno de una familia, y no siempre estás de acuerdo con todos sus miembros en todas las cosas, pero se logra el consenso por el bien de la misma. Cómo no vamos a tener diferencias con personas o grupos dispares; pero nuestra inteligencia, debe valer para respetar, convivir y trabajar con los que, como tú, intentan mejorar la vida de los demás, aunque sea por distintos caminos.
Es muy posible que ninguno alcancemos la meta soñada, y es seguro, que lo que logremos será a ritmos distintos, pero, si cada uno ponemos lo mejor de nosotros, podemos estar seguros de que, nuestro país y su gente mejoraran.
Paco González Maqueda
3 diciembre, 2019 at 9:54
Estando completamente de acuerdo con este análisis sobre la situación actual en la política española, tengo que añadir a esta reflexión un modesto comentario al respecto:
Nuestra situación política deriva de que la transición de la dictadura a la democracia se efectuó dejando demasiadas cosas sin resolver e incluso sin exponer. La primera de ella fue que no se ajustó cuenta con los que motivaron el golpe de estado contra un gobierno legalmente constituido, democráticamente elegido y reconocido mundialmente. Por lo tanto no fue una guerra civil sino un golpe de estado dado por un ejercito golpista financiado por la olirgaquía de este país y armado por los elemenmtos nazis de Europa. Por lo tanto la transición fue una falacia para dejar a los de siempre que siguieran mandando sin pagar las consecuencias de cuarenta años de dictadura militar, represora y asesina.En su lugar tenía que haberse efectuado una ruptura con la dictadura y una vuelta a la legalidad republicana, democratica y popular truncada en 1936.
En segundo lugar el imponer una monarquía instaurada por el dictador que había resultado el peor de los canceres que han asolado España: Los Borbones. Corrupto y corruptores como a través de los años se ha podido comprobar. Tengo Ejemplos para rellenar cien comentarios a este articulo, pero no creo que sea beneficioso ahora extenderme más. Un abrazo y saludos.