GETAFE/Rincón Psicológico (12/12/2019) – El Estrés Digital está invadiendo nuestras vidas. El estrés es una reacción natural del cuerpo que nos pone alerta física y mentalmente para protegernos de una situación de peligro. Podemos experimentar diferentes reacciones como irritabilidad, agobio, aislamiento, mal humor… acompañado por ideas negativas y sensaciones físicas como “nudos en el estómago”, respiración acelerada, actividad excesiva no productiva (ir de un lado a otro sin hacer nada útil) o paralización… Puede llevarnos a actividades compulsivas como comer o fumar para contrarrestar esta sensación de malestar.
La reacción que tengamos va a depender de cada persona, de su situación personal y del motivo que le produzca estrés. Estamos en un mundo digital que ocupa gran parte de nuestro tiempo. Gestionar los dispositivos, las redes sociales (RRSS) y toda la información que tenemos a diario puede causar muchos quebraderos de cabeza y añadir a nuestra rutina una gran sobrecarga o estrés digital.
Piensa un momento en:
Si sientes alguna de estas dos cosas, seguramente tengas estrés digital, bien porque tienes más conexión de la que quieres o porque necesitas esa conexión para sentirte bien. En este mundo digital necesitamos registrarlo todo: actividad física, comida, sueño, fotos… Esto produce un efecto contagio casi de forma inconsciente.
¿Has ido a algún concierto últimamente? Seguramente hayas visto, o incluso tu mism@, has visto buena parte del concierto a través de la pantalla de tu móvil. ¿Estas disfrutando del momento o estás grabando? Quizás contestes, puedo hacer ambas, de acuerdo, pero… ¿Disfrutas igual grabando o sin grabar? Aquí viene mi siguiente reto, piensa en todas las fotos que has hecho en el último año. ¿Cuántas veces las has visto?
La tecnología es muy útil para ayudarnos a ahorrar tiempo, para estar informados y conectados de una forma rápida y sencilla. Es muy fácil caer en la dinámica de dejarnos dominar por ello, hay “ladrones de tiempo” que nos distraen de lo que queremos hacer. La clave está en que encuentres cual es tu equilibrio entre sentirte conectado con los demás, con lo digital sin desconectarte de ti mismo. Sin culpas, tú eliges en qué quieres invertir tu tiempo. ¿Es posible conectarse y saberse desconectar? ¡Yo creo que sí! Escoge dónde, cuándo y cuánto quieres estar en cada lugar.
¿Sobre qué temas te gustaría que escribiéramos en la sección El rincón psicológico?