GETAFE/Rincón psicológico (28/11/2019) – El día 1 de diciembre se celebra el día mundial contra el VIH/SIDA. Desde que aparecieran los primeros casos hemos aprendido mucho sobre esta ITS, la medicina ha avanzado en su tratamiento y prevención. Hoy quiero reflexionar contigo sobre nuestras ideas sobre el VIH y sobre el PrEV, el nuevo tratamiento para su prevención.
El VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) es una de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de las que más hemos oído hablar, su desarrollo puede dar lugar al Síndrome de InmunoDeficiencia Adquirida (SIDA) que ataca al sistema inmune, el encargado de protegernos de infecciones y otras enfermedades. Desde los años 80 que se extendió por todo el mundo ha sido una infección muy temida y llena de estigmas.
Tenemos mucha información sobre el VIH, pero en España hay 4.000 casos nuevos cada año.
Seguimos pensando que el aspecto físico está directamente relacionado con la salud. Pero un aspecto saludable no nos garantiza que estemos libres de infecciones, en el caso de VIH el virus puede tardar varias semanas en presentarse y los síntomas, en la mayoría de los casos, son similares a los de un constipado leve. Solo puede detectarse por un análisis de sangre o saliva, pero ¿qué ocurre con las prácticas de riesgo que hayamos tenido hasta ese momento?
Muy relacionado con esto, tenemos una baja percepción de riesgo, creemos que hay menos casos, que es una enfermedad “de antes” y nos relajamos con la protección.
Inconscientemente pensamos que no va a pasarnos a nosotros, pero ¿cómo podemos estar seguros?
Se sigue asociando con determinadas prácticas sexuales como el sexo anal, el sexo entre hombres y con la prostitución. Los prejuicios están ahí y los grupos de mayor riesgo, pero no podemos saber si alguien es portador o no. Por otro lado la sangre, el semen y fluidos vaginales son los principales fluidos que pueden contagiarlos y en concreto la vagina tiene mucho más riesgo de contagio.
Seguro que ya sabes que el preservativo tiene las mayores garantías de protegernos no solo del VIH, si no de otras muchas ITS. Hasta ahora los tratamientos para tratar el VIH son muy eficaces, permiten una buena calidad de vida a los pacientes y evitan el desarrollo de la enfermedad (SIDA).
Continuar concienciándonos de que el VIH es una infección crónica que puede contraer cualquier persona, con dos objetivos, el de protegernos y el de acabar con los prejuicios hacia quienes lo tienen.
Desde 2016 se ha desarrollado un medicina para su prevención: Profilaxis Preexposición (PrEP). Desde el mes de noviembre 2019 ya está disponible en el sistema público de salud. Los médicos pueden recetar este tratamiento subvencionado por la seguridad social a los colectivos de riesgo.
Es un tratamiento en pastillas, que se toman diariamente para garantizar su eficacia. Para entender cómo funciona, se ha hablado de este medicamento comparándolo con la píldora anticonceptiva para evitar los embarazos no planificados.
Como ocurre siempre que avanzamos en salud sexual, hay miedo a que este medicamento haga que nos relajemos aún más en el uso del preservativo, pero en mi opinión cuanta más información y más opciones tengamos mayores posibilidades de cuidarnos tenemos. Es una decisión personal.
En definitiva, todos los avances en VIH y SIDA, como ocurre en demasiadas ocasiones cuando hablamos de sexualidad, han sido lentos, por la parte médica, por el estigma social y la moral que tantos frenos nos pone en muchas ocasiones. Por suerte los avances siguen ocurriendo y la sexualidad es hoy un poco más segura, lo que nos ayudará a poder disfrutarla más.
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Laura de Toledo Congosto, psicóloga y sexóloga en Psicoasexoría