GETAFE/Look Total (15/11/2019) – Aún no habíamos hablado en profundidad de las tendencias de esta temporada, ahora que ya se han instalado del todo vamos a darle un repaso. Las grandes casas de moda y los diseñadores más reconocidos ya marcaron la pauta a seguir sobre las pasarelas y ahora toca aprenderse la lección.
Piensa en blusa de lazada, largos midi, lana en cuadros ojo de perdiz, botas altas hasta la rodilla, blusas de seda, collares de perlas, gabardinas clásicas, blazers de espiga, tonos marrones, beiges, burdeos y camel. Todo lo que se pondría una parisina elegante de los años 70.
Sobreviven al paso del tiempo y han terminado definiendo aquella década. Además de en americanas, también se han adueñado de vestidos y hasta de jerséis, entrando en un contraste curioso con la textura del tejido. El vaquero lavado y el estampado animal (en blanco y negro, eso sí) redondea la oda al exceso en clave 2019.
Aunque los pantalones negros han sido los protagonistas en el uso de la piel, polipiel o piel vegana, no quiere decir que sea extraño verlo en vestidos y faldas midi muy alejados de los tintes rock, aun cuando el rojo entre en la ecuación. ¿Su combo perfecto? Unas botas altas de tacón fino.
El progreso de la estética burguesa y de los años 70, con sus matices college y clásicas, han hecho que el estampado de cuadros se convierta en un auténtico imprescindible. En tonos neutros que faciliten tanto su combinación como su mimetización con el frío. Los accesorios marrones aportan calidez, al igual que detalles de puntillas y blondas en las camisas que complementen pantalones y chaquetas.
Tartán, ojo de perdiz, Príncipe de Gales, en una americana, una falda tableada, un pantalón, una gabardina con mangas voluminosas, un abrigo de lana… Los cuadros renuevan su reinado una temporada más y este año se actualizan en el sentido en que cobran más importancia estética cuando se mezclan entre sí, sin importar su tamaño, colores, trama, etc.
Si este otoño hay unos cuadros concretos que destacan por encima de los demás, ese es el print de pata de gallo. Escógelo en una prenda rotunda como un abrigo largo, un blazer o falda y harás tuya la tendencia más top.
Se trata, sin duda, de unos de los tejidos más populares de la temporada: casi con cualquier estampado (aunque parecen ganar las flores más tradicionales) y en cualquier color, lo mismo se adueña de medias en color oscuro, que de tops ajustados que permitan jugar con superposiciones y transparencias. Y sí, también con uniones de texturas, ya que el punto grueso se convierte en su combo perfecto para lo delicado del encaje.
Se ha hecho habitual en escaparates y armarios: el blazer de hombreras superlativas. Un truco de estilismo aprendido del street style y favorito de muchas insiders: colocar un jersey de cuello vuelto y una camisa por debajo. Es sencillo, es práctico y permite jugar con distintas tonalidades de neutros, creando niveles cromáticos que elevan el interés del look.
Continúa funcionando. La versión para este otoño-invierno implica un fondo oscuro (de manera casi obligatoria) y unos colores relativamente comedidos, con una gran presencia del rojo y el rosa. A ser posible, de largo midi y manga larga. Para combinar con botas altas, botines, botas militares o de estilo western, es uno de los básicos más imprescindibles en un vestidor otoñal.
Chaquetas de punto de patrones complejos y poco habituales, como en faldas midi con bordados, sin olvidar los zapatos de tacón sensato y perfil discreto (aunque se mariden con calcetines gruesos).
A pesar de que hace unos meses los panties de cristal de toda la vida parecían haber obsesionado a la industria, los diseñadores han apostado por hacer que las medias exploren otros caminos estéticos: desde leotardos lisos hasta el encaje y el plumetti, sin olvidar detalles de cristales XS.
Los góticos han sido el grupo más olvidado por las tendencias estos últimos años, pero este otoño-invierno, han decidido recuperar su puesto en primera línea. Eso sí, queda solo para detalles como anillos, tachuelas y cadenas, la piel negra para las camisas y las lentejuelas moradas para los pantalones. A los pies, unos zapatos masculinos y rudos.
El Trad es un término que ya debería tenerse entre las palabras frecuentes si se quiere sacar un diez en materia de tendencias: responde a la manera de vestir de la Ivy League en los años 60 vista por los japoneses, hizo que los estudiantes y veinteañeros se volviesen locos con los códigos visuales de las universidades de élite estadounidenses. El salto a las pasarelas ha sido tan evidente como que una de sus piezas centrales es el jersey de rombos.
A finales del verano ya venía reclamando su sitio y ya es oficial: vuestro joyero del otoño 2019, para ser uno de los más actualizados, debería albergar una gargantilla de eslabones, dorada para más señas.
Desde que Fendi lo pusiera de nuevo en circulación, podría decirse que el baguette bag icónico de los 90 es el más viral de los últimos meses. Otros te recordarán mucho a los bolsitos de asa corta y forma trapezoidal que llevaban nuestras abuelas, y nada más lejos de la realidad, están de moda.
Sí, repiten este año. Y es que el rollo que dan unas botas de estética cowboy a cualquier estilismo contemporáneo es insuperable. Si te parece too much, elige tu par con una punta más moderada y en color negro, para que case con la mayoría de tu armario de otoño.
El revuelo causado a su alrededor no fue en vano… Son más favorecedores de lo que imaginas.
Por si no te hubieras percatado, el print de camuflaje vuelve con fuerza. Si vas con él con todas las consecuencias, abrázalo a través de vestidos, abrigos largos o cárdigans de punto, pero si tu enamoramiento es relativo, hazlo tuyo de manera parcial con accesorios (una bufanda, un fular).
Tras un verano de malvas y lilas, el otoño/invierno reclama su faceta más oscura: el morado es misterioso, enigmático y funciona en los looks otoñales.
Y como siempre unos looks…
¡HASTA PRONTO!
[Y siempre, siempre, siempre… Diviértete combinando]
“Vestir bien es otra forma de tener buenos modales”