GETAFE/Varios (23/10/2019) – Amueblar una vivienda puede llegar a ser un trabajo de lo más complicado. Y es que, si resulta difícil encontrar a la media naranja en un mundo plagado de limones, más complicado resulta, si cabe, que esas dos mitades compartan al 100% gustos y pensamientos. Afortunadamente y, tal y como indican desde Haûs Juvenil, «en la actualidad existe un amplio abanico de estilos capaces de adaptarse a todos los gustos. Nuestra principal función es asesorar a los clientes y ayudarles a encontrar ese estilo con el que ambos se identifiquen».
Pero si resulta complicado elegir los muebles del salón, baño, cocina o comedor, mucho más complicado resulta amueblar la habitación de los más pequeños de la casa. Y es que, los pequeños crecen y sus necesidades van cambiando, lo ideal es que los muebles puedan ir creciendo con ellos, algo que no en todos los casos es posible.
¿Cómo saber que no se está cometiendo un error? «Es evidente que a medida que los pequeños van creciendo, algunos muebles irán cambiando, pues llegará un momento, por ejemplo, que el pequeño no quepa en su cuna y necesite una cama. Sin embargo, existen muchas otras piezas que si inicialmente se eligen correctamente, podrán acompañar al pequeño hasta la adolescencia, e incluso, más allá», comentan desde Haûs Juvenil.
Y es que, las clave está en elegir piezas que faciliten el almacenaje como cajoneras y armarios en tonos claros y, a partir de ahí, jugar con textiles de colores que se ajusten a los gustos de los pequeños.
No se debe olvidar que si bien los adultos utilizan distintas estancias para distintas funciones, los pequeños disponen de un único espacio para todo y en este deben realizar infinidad de tareas que van desde dormir a jugar o estudiar. Por lo tanto, es un espacio que debe resultarles relajante y estimulante a partes iguales, así como facilitar su descanso y concentración.
La mesa de estudio, la silla y la estantería se convierten en piezas claves a partir de los 5 años, por lo que si antes no existían ahora deberán aparecer en el dormitorio. Si algo está claro es que los pequeños crecen mucho más rápido de lo que a la mayoría de adultos les gustaría, por lo que, sus muebles habrán de ser acordes a sus necesidades.