GETAFE/La piedra de Sísifo (04/10/2019) – El primer artículo de un nuevo curso, y más con un Gobierno municipal recién estrenado, discurriría plácidamente por el territorio del saludo, las intenciones para el periodo que se abre en los meses siguientes, las dosis de ilusión y ganas de trabajar del Gobierno y el escepticismo militante de la oposición; sin más sobresaltos que la casuística que aporte la actualidad en cada momento. Pero ya nada es como fue o, al menos, no lo parece, porque tenemos varios elementos internos (dentro del consistorio) y externos (elecciones generales en ciernes) que en el aspecto informativo nos van a zarandear con más maldad que un vecino.
Y el caso es que no habría motivos para el pesimismo en lo que toca al ámbito local, con la posibilidad cierta de ¡Albricias! disponer de un presupuesto municipal y, sobre todo, un techo de gasto, acorde con lo que necesita nuestra ciudad; con unas delegaciones menos saturadas de responsabilidades que en el mandato anterior, dado el aumento de concejalías, y un consistorio con seis formaciones políticas sentadas en el salón de Plenos, lo que enriquece muchísimo el debate político, con tres partidos del espectro de la izquierda y otros tantos del de la derecha. Pero, ojo, que en el pecado llevan la penitencia.
Porque dos de las 27 varillas del abanico de opciones políticas que componen el Pleno, las situadas más a la derecha, están retorcidas, podridas y plagadas de púas, de tal modo que, a poco que se le intenta mover para tratar de dar aire, rasgan la tela e impiden el trabajo de las demás, con el agravante de que, el poco aire que consigue desplazar, circula emponzoñado de odio con un tufo insoportable a sacristía decimonónica, casi, casi, inquisitoria, cuyo único objetivo no es hacer, es impedir que se haga. Triste.
En la parcela externa, qué podemos agregar a las palabras “Campaña Electoral”, la búsqueda de la femoral del contrario magnificando pretendidos errores ajenos y dudosos aciertos propios; tejiendo y destejiendo alianzas como una Penélope puesta de speed. Todo ese enrarecimiento del ambiente se traduce en un constante cabreo ciudadano, sobre todo del colectivo de mayores, al que 13TV ha cogido el pulso y les regala películas de sus tiempos mozos a diario. Son películas como coles entre las que meten la lechuga de su mensaje reaccionario y consignas de odios al diferente, al extranjero, al rojo y al que se salga de su estrecha boca del embudo.
En resumen, un otoño calentito en el que conviene hacer acopio de palomitas, sentarse a observar divertidos cómo se dan estopa y levantarse, sin excusa posible, para ir a votar el 10 de noviembre. Eso sí, no olvides ser feliz (o intentarlo).
Por cierto, después de varios años de inmovilismo, el Partido Popular de Getafe por fin se descuelga con una propuesta interesante para resolver los múltiples problemas de los vecinos: la colocación de una bandera nacional de descomunales dimensiones en la rotonda a la puerta de la base aérea. P´habernos matao…