GETAFE/Varios (30/10/2019) – La periodontitis a menudo se conoce como “enfermedad de las encías” y es una condición muy común en la cual las encías y las estructuras periodontales más profundas se inflaman. Esta inflamación, que generalmente toma la forma de enrojecimiento, hinchazón y una tendencia a sangrar durante el cepillado, es la respuesta del cuerpo a ciertas bacterias que se han acumulado en los dientes.
Aunque es parte del sistema de defensa del cuerpo, esta respuesta inflamatoria puede causar daños graves. Si no se controla, la inflamación puede extenderse por debajo de las encías y a lo largo de las raíces de los dientes, causando la destrucción del ligamento periodontal y el hueso de soporte. Esto finalmente conduce al aflojamiento y la pérdida potencial de los dientes.
Recientemente, se ha descubierto que existe un vínculo entre la periodontitis y la hipertensión, de forma que en función del nivel de gravedad de las encías, el riesgo de la hipertensión aumenta, tal y como detalla un estudio de la Sociedad Europea de Cardiología.
La periodontitis es una de las afecciones inflamatorias más comunes en todo el mundo, representando la sexta afección más prevalente en toda la población, entre un 20 a un 50 por ciento.
Las evidencias emergentes en la última década han revelado la relación entre salud sistémica y salud bucal. Este campo de la medicina periodontal nos dirige a unas importantes preguntas: ¿pueden las infecciones bacterianas en el periodonto tener un efecto remoto fuera de la cavidad bucal? ¿Es la infección periodontal un factor de riesgo para enfermedades sistémicas o condiciones que afectan la salud humana?
Desde un punto de vista biológico, esta asociación es posible, ya que los microorganismos que causan la inflamación en la enfermedad de las encías pueden crear inflamación tanto local como sistémica, lo que lleva a daños en los vasos sanguíneos, aumentando así la presión arterial. De igual forma existen otros factores de riesgo como la genética, el tabaco, la obesidad, la diabetes o una mala alimentación.
Los pacientes con afecciones inflamatorias deben ser informados sobre el riesgo que tienen en función de lafase de la enfermedad periodontal, y así poder actuar en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la enfermedad de las encías con el fin de contribuir, a su vez, a la prevención y el tratamiento de la hipertensión, evitando las complicaciones devastadoras causadas por la presión arterial elevada.
Un diagnóstico de periodontitis moderada a severa se asoció con mayor probabilidad —de un 30 a un 50 por ciento— de hipertensión, siendo todavía más alta en el caso de una periodontitis severa.
Otros estudios clínicos confirmaron una reducción de la presión arterial después del tratamiento periodontal.
Hay que tener en cuenta que la hipertensión o presión arterial alta es hoy en día un problema de salud pública en todo el mundo que afecta sobre todo a individuos adultos. Se sabe que es una enfermedad crónica que puede ser la causa de un ataque cardíaco y accidente cerebrovascular en pacientes con periodontitis.