GETAFE/Varios (11/09/2019) – El aperitivo a media mañana, la sesión vermut, los refrescantes helados, las comidas y cenas copiosas durante las vacaciones, porque sí, porque estando de vacaciones todos los días son fiesta y porque disfrutar de una caña y un pincho de tortilla en el chiringuito de la playa no es lo mismo que tener que hacerlo en el bar de la esquina que está al lado del trabajo. Y es que, comer es un placer que se disfruta mucho más cuando uno está de vacaciones, quizás por eso, y tal y como indican desde el Restaurante La Breña, «nuestro país tenga tanto éxito como destino turístico».
Pero si elegir un destino en el mapa para pasar las próximas vacaciones siempre ha sido una tarea complicada, ahora si cabe, aún lo es más, dado que el turismo gastronómico lleva años experimentando un enorme auge, y existen países y lugares que a pesar de su enorme belleza y su gran oferta cultural solo aptos para estómagos muy preparados que habrán de acostumbrarse a manjares que distan mucho de lo que conocen.
No obstante, y sea cual fuere el lugar en el que uno se halle, lo que es indiscutible es que «comer es un placer en el que el gusto juega un papel primordial, pero no siendo este el único de los sentidos que intervienen, ya que tanto la vista como el olfato son igualmente importantes», indican desde el Restaurante La Breña.
En cualquier caso, y según el psicólogo Charles Spence de la Universidad de Oxford, el acto de comer está fuertemente ligado a los diferentes estímulos que se perciben y que constituyen una experiencia multisensorial, en la que los placeres de la comida residen en el cerebro y no en la boca como la mayoría podría creer.
Lo anterior es lo que se conoce por el nombre de gastrofísica y que surge de la combinación de gastronomía (arte de escoger, cocinar y consumir alimentos sabrosos) y psicofísica (rama de la psicología que se ocupa de estudiar la relación entre los estímulos físicos y los juicios que cada individuo hace de ellos).
Por lo tanto, según Spence, existen multitud de factores que pueden cambiar la percepción que cualquier persona tiene de la comida, pero ha de tenerse siempre en cuenta que el placer de la comida, más que en el paladar, reside en el cerebro.
En cualquier caso, sea cual sea el motivo para escoger España y para disfrutar de su rica gastronomía, lo cierto es que este es un país que triunfa cada vez más entre los turistas, y sí, también entre aquellos que eligen sus destinos pensando en los ricos manjares que podrán disfrutar.