GETAFE/Varios (10/09/2019) – Entorno hostil, sin duda, la mejor de las definiciones para cualquiera que en la actualidad more en un planeta Tierra agonizante gracias a los continuos perjuicios causados por sus habitantes. ¿Cuántos de los seres vivos que habitan en el Planeta se empeñan en destruir su hábitat? La respuesta es bien sencilla, muy pocos, ya que la mayoría son lo suficientemente inteligentes para saber que sin su hábitat las posibilidades de supervivencia son mínimas. Entonces, ¿por qué los humanos se empeñan en destruir el Planeta cuando se supone que son seres inteligentes? ¡Quién sabe! Existen en este mundo preguntas de difícil respuesta. En cualquier caso, y a pesar de que los medios de comunicación no cejen en su empeño de mostrar guerras, matanzas, desigualdades, intolerancia y desgracias, sigue existiendo en el Planeta un halo de esperanza.
Al alcanzar la edad adulta, algo que la mayoría han deseado que llegara cuanto antes, las cosas cambian, ya no hay lugar para la ingenuidad y el mundo se muestra ante los ojos con toda su crueldad y crudeza. Sin embargo, siguen existiendo en este mundo pequeñas cosas capaces de cautivar e ilusionar a adultos y pequeños del mismo modo, las estrellas fugaces, la aurora boreal, los espectáculos de magia en Madrid o en cualquier otro lugar del Planeta son buen ejemplo de ello.
Y es que, mientras la naturaleza es capaz de mostrar espectáculos naturales capaces de dejar con la boca abierta a cualquiera que pueda contemplarlos, ya que no siempre es posible hacerlo desde cualquier lugar del mundo, la magia ha logrado convertirse en algo universal, que se ha extendido rápidamente y que cautiva por igual a todos independientemente de la edad y el lugar del planeta.
Los espectáculos de magia en Madrid o en cualquier otro lugar del mundo tienen una clara finalidad, sorprender, cautivar, ilusionar y, por lo tanto, trasladar a quienes lo contemplan a un mundo en el que las cosas que suceden no obedecen a las reglas tal y como se conocen, no guardan lógica y, por lo tanto, son tan fantásticas y difíciles de comprender que logran fascinar.
Pero la magia no es solo un entretenimiento, es una disciplina que en la actualidad ha ampliado horizontes y que cada vez con más frecuencia se incorpora a la vida cotidiana, siendo cada vez más habitual recurrir a ella en cenas de empresa, ceremonias, educación y un largo etcétera. Y es que, en el ámbito educativo, por ejemplo, es empleada para despertar la curiosidad por aprender de los pequeños, consiguiéndose una enorme cantidad de beneficios entre los que se encuentran despertar el interés, desarrollar el sentido de la observación, potenciar la comunicación o desarrollar habilidades físicas y cognitivas.
Puede que la magia no sea la solución, pero sin duda, hará de este hostil entorno un lugar mejor, al menos mientras dure.