GETAFE/Urbanismo (30/09/2019) – Los vecinos afectados por el retraso de las viviendas situadas en El Rosón se manifestaron el pasado sábado 28 de septiembre en Getafe. Cientos de familias se manifestaron por la calles del municipio para protestar por el retraso y la nueva paralización de las obras de las 147 viviendas de VPPL de ‘El Rosón’. Los afectados han pedido que tanto la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV) como el Ayuntamiento de Getafe den la cara para solventar la dramática situación de las familias que se encuentran sin sus hogares.
Los vecinos esperaban recibir sus domicilios después de este verano, esperando no tener complicaciones y cumpliendo los 18 meses desde el inicio de la construcción. Este lunes 30 de septiembre, los adjudicatarios han sido convocados por la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV) a las 17.30 horas, según se ha publicado en la cuenta oficial de la VPPL de ‘El Rosón’.
Las familias afectadas por las viviendas de ‘El Rosón’ llevan luchando desde marzo de 2015, cuando se produjo el sorteo y listado definitivo de las 147 viviendas de VPPL. Ese mismo año, en noviembre, se comenzó a la elección y el pago de la reserva de un 6% del valor de la vivienda. Casi un año más tarde, en septiembre de 2016, la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV) aseguró a los vecinos que se iniciarían las obras de construcción.
Dos meses más tarde, se otorgaba la licencia de obras para la construcción de las 147 viviendas, divididas en dos promociones de 60 y 87 viviendas con un duración prevista de 18 meses. En 2017 se produjeron irregularidades en el concurso de las empresas, lo que supuso la repetición de la licitación.
En junio de 2017 se realizó de nuevo la licitación de las obras, de la que posteriormente, a finales de año, renunció la constructora adjudicataria. En enero de 2018, se adjudicó las obras a una nueva empresa, pero al inicio de las excavaciones se encontraron restos contaminados del antiguo polígono, provocando un nuevo retraso hasta las retirada de las tierras contaminadas. Ha sido este mismo año, en 2019, cuando se reanudó la construcción hasta que quebró una de las empresas constructoras, lo que ha supuesto una nueva renuncia a la construcción. Los sucesivos retrasos están provocando situaciones personales y familiares dramáticas.