GETAFE/Varios (12/07/2019) – Poco o nada importan los años que hayan transcurrido desde la aparición de aquellos primeros trajes de baño de dos piezas que revolucionaron la moda a mediados del siglo XX. Lucir la mejor de las figuras en la playa era por aquel entonces igual de ansiado que en la actualidad. Y es que, tal y como indican desde Sano Soy, “cada año, millones de personas se proponen reducir su peso para lucir una mejor figura durante el verano. La conocida operación bikini es todo un clásico, pero en ocasiones perder peso no resulta tan sencillo lo que hace que muchas personas tiren la toalla al no obtener resultados inmediatos. Y esto es precisamente lo que hace que tantas personas prueben esas peligrosas dietas milagro que garantizan una pérdida de equis kilos en cuestión de unos pocos días”.
No es necesario dar nombres, pues la mayoría de personas han oído hablar alguna vez de dietas milagro que en unos pocos días o en cuestión de semanas consiguen una enorme reducción de peso. Dietas que se basan en la ingesta masiva de determinados grupos alimenticios y en la supresión completa de otros. Nadie dice que estas dietas milagro no sean efectivas, probablemente se conseguirá una reducción de peso, pero ¿a qué precio?
“Para perder peso es necesario seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y hortalizas, y por supuesto, supervisada por un especialista. Especialista que además de la dieta nos aconsejará practicar con frecuencia algún tipo de actividad física, algo que, por otro lado, todos deberíamos hacer por salud” comentan desde Sano Soy.
Pero estar a dieta a día de hoy es complicado, ya que muchos se ven obligados a comer en el trabajo o a demorar su hora de la comida hasta que ya casi es la hora de la merienda. Y a esto, se debe sumar las constantes celebraciones, las frecuentes fiestas gastronómicas, y lo complicado que resulta decir no a todos esos exquisitos manjares que por decisión propia se ha decido no ingerir.
El éxito está asegurado para todos aquellos que crean en lo que están haciendo, que vean en ello una meta a alcanzar, que tengan confianza en sí mismos y en que lo que están haciendo no hará sino reportarles beneficios, fundamentalmente para su salud.
Y es que, la salud es lo que debe primar a la hora de perder peso, a pesar de que con ello uno consiga acercarse a los cánones de belleza que dicta la sociedad.