Sexo, límites y redes sociales

GETAFE/Rincón psicológico (20/06/2019) – Las redes sociales han llegado a nuestras vidas para quedarse. Nos permiten conectar con conocidos y desconocidos, encontrar cualquier contenido, informarnos y relacionarnos en tiempo real.

Son muchas sus ventajas, pero también nos meten en algunos problemas. ¿Quién no tiene contactos que ocultan su hora de conexión? ¿Cuántas veces te han reprochado leer un mensaje y tardar en contestarlo?

Debemos tener en cuenta que las RRSS dejan de lado la comunicación no verbal y aunque «los emojis» son de gran utilidad, incluso a veces los utilizamos en conversaciones en persona, éstos no sustituyen a las expresiones faciales, el tono de voz… Y es que nuestra comunicación no verbal es muy rica, variada y aporta un gran valor. Además el contexto y la forma en que interpretamos los mensajes no siempre coincide con la intención con la que se dicen.

La falta de tiempo nos lleva a lo inmediato, las RRSS nos facilitan este estado de control. Cada vez tenemos menos paciencia y no nos gusta esperar: Queremos cosas y las queremos ya.

¿Cómo poner límites?

  1. Eres dueño/a de tu tiempo, ¿eres consciente de cuánto dedicas a RRSS? Puedes conectar y desconectar de ellas cuando quieras. Leer, borrar y pensar tus mensajes tanto como necesites, marca tu propio ritmo.
  2. Permítete desconectar de vez en cuando, no es necesario dar demasiadas explicaciones. Apaga el móvil o los datos por unas horas, un día, un finde…
  3. Cuida y protege tu intimidad. Aunque hay una gran seguridad, hay que tener cuidado con quien se comparte alguna información ya que esta queda subida a la red y debemos confiar mucho en las personas con las que compartimos nuestra privacidad.
  4. En pareja: es muy frecuente mirarse el móvil y compartir claves… no es una cuestión de confianza si no de control. Una relación saludable requiere de que cada una de las partes preserve su intimidad, esto incluye, el móvil. Mantener tu espacio es necesario, sin que esto suponga la sospecha de que hay algo que ocultar. También hay quien no quiere ver o saber demasiado de las conexiones de su pareja, la libertad y la confianza no significa que no nos importe lo que haga el otro, simplemente es un respeto hacia su espacio.

¿Qué hay del sexting?

Muchas personas intercambian fotos y contenidos sexuales a través de sus móviles, el sexting nació con los mensajes de texto pero ahora se ha extendido a las diferentes formas de conectarnos.

Tiene mucho de seducción y de juegos pero no son pocos los casos en los que esos contenidos privados han caído en manos ajenas provocando grandes problemas a quienes lo han sufrido.

El sexting está mucho más extendido de lo que se piensa. Aunque esta práctica puede resultar muy excitante hay que tener cuidado con los contenidos que se comparten y con quién se hace.

Por otra parte, hay quien considera alguna de estas prácticas infidelidades, pero esto dependerá de cada persona, de cada pareja y de sus límites.

Disfruta de todas las ventajas que la tecnología nos ofrece y encuentra tu propia forma de utilizarla.

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Redacción Getafe Capital