Si, como parece, algunos grupos aprovechan el bullicio propio de las fiestas para montar algaradas violentas y peligrosas, donde se pone en riesgo la integridad física de las personas, mobiliario, enseres y edificios; quizá convenga montar operativos disuasorios, como el de la Puerta del Sol en nochevieja, a ver si cogen la indirecta.
¡Ah, no! Espera, que los mismos que critican la reacción a los arrebatos violentos, pondrían el grito en el cielo por restringir la libre deambulación de las personas. A grandes males…