No sabemos qué va a ser de nosotros ahora que vuelve la relajación institucional. Han sido seis meses de intensas precampañas, dos campañas a cara de perro con sus correspondientes elecciones, análisis y resacas. A continuación han venido las fiestas patronales y, unas vez finalizadas, nada. Horror vacui esperando las vacaciones.
Adiós fiestas, hola normalidad