No es exactamente el concepto que definió Albert Einstein pero sirve para reflejar lo rápido que pasa el tiempo para quien quiere que se detenga y lo lento que transcurre para quien está deseando que un hecho suceda. Ejemplo: Juan Soler ve como se aproxima inexorable el momento en que deje de ser diputado autonómico y pierda su parachoques legal y el juez que puede imputarle no ve llegar el momento que que se caiga ese blindaje. Para mal o para bien, todo llega.