GETAFE/Varios (27/04/2019) – Puede que hayan transcurrido varias décadas desde que cualquiera de los padres de hoy en día viviera por sí mismo una experiencia que tanto tuvo de positivo que todavía hoy permanece en sus recuerdos como el primer día. Y ahora, transcurridos tantos años, es el turno de sus hijos vivan una experiencia similar. Las excursiones son un recurso educativo más, pero sin duda, estas clases enmascaradas son de las preferidas de todos los estudiantes. Pero, nada más lejos de la realidad, las excursiones no siempre tienen un fin educativo, en algunos casos, pueden tener fines únicamente lúdicos, algo muy común en las excursiones de fin de curso. Pero ya tengan fin educativo, lúdico, cultural o cualquier posible mezcla entre ellos, las excursiones son algo que enriquecen.
Y es que, como la mayoría sabe la adolescencia es una época complicada para todos, en la que los padres y educadores parecen haber quedado relegados a un segundo plano. Los amigos adquieren durante esta época una importancia superlativa, y el hecho de vivir aventuras con ellos no hará otra cosa que potenciar aún más si cabe esa amistad incondicional.
Probablemente, con el tiempo y la experiencia adquirida a lo largo de los años, acabarán llegando a las mismas conclusiones a las que todos los humanos han llegado sobre la familia y las amistades…pero mientras eso no sucede, lo que toca es ser adolescente y disfrutar de cuantas más excursiones, mejor.
Pero, ¿cómo elegir las excursiones de fin de curso más adecuadas?
Evidentemente, preguntando a los interesados, la mayoría apostarían por algo divertido como acudir a un parque temático, aunque también los hay que apuestan por pasar una jornada haciendo deporte en la nieve.
Las culturales, que suelen ser las preferidos para educadores y padres, suelen ser más agotadoras, y cuando prima la falta de interés, poco importa lo que se cuente o cuán interesante pudiera llegar a resultar. No se debe olvidar que cada cosa tiene su edad, la empatía es muy importante para alcanzar una propuesta que se adapte a todos los gustos.
En la actualidad se está experimentando una tendencia al alza de los viajes al extranjero para perfeccionar el segundo idioma que se ha estudiado durante el curso, algo que parece agradar a todas las partes.