GETAFE/Varios (10/04/2019) – Los últimos datos conocidos sobre natalidad han puesto de manifiesto que en España nacen cada vez menos niños, algo que no sorprende dadas las circunstancias. Sin embargo, sorprende y mucho saber que el número de mascotas registradas en el último año ha superado en número a los bebés registrados. Existe pues una clara tendencia hacia las mascotas, que ha propiciado que sean cada vez más los hogares españoles que cuenten entre sus miembros con uno de estos peludos y singulares compañeros. Pero ojo, porque al igual que sucede con las personas, y a pesar de que algunos se jactan de tener una salud de hierro, estos compañeros inseparables también enferman y en contadas ocasiones necesitarán acudir a un veterinario de urgencia en Madrid o en cualquier otra comunidad para que su vida no corra peligro.
Y cuando se habla de mascotas lo normal es que vengan a la mente perros y gatos, que por descontado son los más clásicos, aunque también deberían tenerse en cuenta otros como las aves, los roedores y los conejos. Los motivos que pueden hacer que cualquiera de ellos necesite acudir a un veterinario de urgencia en Madrid son innumerables, pero a continuación se relatan los más usuales, para que se tengan en cuenta a la hora de elegir una mascota si es que todavía no se posee, o para estar pendiente de la que ya se tiene.
Los accidentes sufridos por las mascotas son una de las causas principales de urgencia. En ocasiones, ante un pequeño despiste, las mascotas se escapan de sus dueños y sufren en el mejor de los casos pequeños accidentes o atropellos en el peor.
Los atragantamientos en perros y gatos son también de lo más comunes. No debemos olvidar su carácter juguetón, que hace que casi cualquier cosa les sirva para divertirse.
En la actualidad, y por desgracia, son también muy comunes los envenenamientos. En estos casos, en los que sus vidas penden de un hilo, acudir al servicio de urgencias cuanto antes, cobra una importancia superlativa.
En cualquier caso, nadie conoce mejor a su mascota que su dueño, por lo que lo recomendable ante cualquier comportamiento extraño o inusual es acudir cuanto antes a urgencias, del mismo modo que se haría si en lugar de una mascota fuera un bebé.