GETAFE/A fin de cuentas (24/04/2019) – Extrapolar los resultados de unas elecciones generales al ámbito local es un error de bulto. Hay tantos condicionantes en unos comicios municipales que no existen en el nacional que sería imposible que los datos fueran fidedignos. Pero no nos engañemos: tener una cita electoral a un mes de las municipales es el termómetro idóneo para saber lo que puede pasar en mayo; la mejor encuesta que podríamos soñar. La noche del 28 de abril todos estaremos trasladando los datos obtenidos para ver qué puede pasar en mayo en Getafe.
Ensayo general. Una puesta en escena que viene precedida de una campaña sucia, insustancial, vacía de contenidos y de palabras gruesas que no aportan trasfondo. En un momento en el que la cifra de indecisos puede estar en el 40%, es tiempo de bajar a la tierra, afrontar los problemas de la gente, que van más allá de la manida unidad de España y Catalunya, y dar soluciones concretas. Las cortinas de humo se acaban esfumando y al final queda la realidad diaria, con la que tenemos que lidiar día a día: la desigualdad, el paro, la vivienda, el empobrecimiento de la sociedad…
Tal vez es cierto que las campañas ya no son lo que eran; que el desapego de la sociedad con sus políticos es cada vez más evidente. ¿Para qué tanto mitin para convencer al convencido? ¿Por qué se ponen los insultos por delante de los programas? No deja de invadirme la sensación de que juegan con nosotros. Que los árboles no nos dejan ver el bosque. Hay que poner perspectiva. No es sencillo con el ruido que nos invade cada vez que encendemos la televisión o miramos el móvil o el ordenador. Todos y cada uno deberíamos hacer un ejercicio de reflexión, políticos aparte. ¿Qué sociedad quiero? ¿Cuáles son los valores que defiendo? ¿Quiero una sanidad pública de calidad? ¿Apuesto sin ambajes por la educación de todos y para todos, pública e igualitaria? ¿Hay que poner en valor a nuestros mayores y darles una vejez digna a través de las pensiones que se han ganado? ¿Defiendo la igualdad de hombres y mujeres? Respóndete a estas preguntas y, lejos del ruido, analiza quién puede dar una mejor respuesta a tus demandas.
Es el momento de votar, pero hay que hacerlo con cabeza. También con corazón. Hay que votar en positivo, no contra sentido. De ese voto, que debes depositar en la urna, dependerá nuestro futuro los próximos cuatro años. También es tu responsabilidad. No lo olvides