GETAFE/Varios (04/04/2019) – En un contexto de vanguardia tecnológica e innovación digital, el sector del mercado inmobiliario, ha decidido adaptar sus técnicas de venta, apostando por ahorrar los habituales trámites presenciales a las personas que, con vistas a comprar o a alquilar, necesitan de sus servicios para adquirir un inmueble.
Y es que, ciertamente, son innumerables las posibilidades que Internet ofrece, a la hora de poner en práctica estrategias comerciales, destacando especialmente la implantación del home staging, un estilo de ventas nacido en Estados Unidos y que, debido a su impresionante éxito entre la población, ha sido rápidamente implantado en el resto del mundo. En lanzapress, vamos a explicar las razones de su éxito.
Se trata de una táctica de tour virtual, en la que la vivienda pasa a jugar un papel decisivo, ya que, mediante la fusión de la más novedosa infografía y el detallismo que siempre ha caracterizado el estilo de diseño interiorista, se explora visualmente las posibilidades estéticas de la vivienda, lo que permite estudiar aspectos como la iluminación o la distribución espacial de una forma que, hasta hace poco, era impensable.
Es una técnica basada en el fundamento conceptual de tres dimensiones, lo que permite un análisis visual de la totalidad de la estancia, no solo de forma global, sino también de cada uno de los elementos que la conforman, colocados con la intención de realzar su presencia, de tal forma que se puede escoger la combinación que resulte más favorecedora, a ojos del mayor número de personas posible. No existe ninguna clase de restricción en lo referente a la capacidad de desplazarse a lo largo y ancho de la vivienda, pues al ser un programa basado en la sucesión de fotografías tomadas desde todos los ángulos, la libertad de movimiento es absoluta, de 360º.
En cuanto a los aspectos complementarios, como el mobiliario, en principio, no se busca una renovación, sino una ordenación más sugestiva del mismo, sustituyéndose solo aquellos complementos que hagan menos interesante el diseño. Asimismo, el criterio más recurrente a la hora de escoger la iluminación da prioridad a las tonalidades neutras y una perspectiva de corte clásico, tendiendo a excluir los colores excesivamente llamativos o estridentes.
La neutralidad es, como puede observarse, el principal rasgo definitorio de esta táctica comercial. Con ello, se pretende evitar que las personas que vayan a examinar la casa, acaben rechazándola, argumentando que ha sido decorada de un modo que les resulta excesivamente personalizado y poco empático, circunstancia, por otro lado, muy común en el tradicional mercado inmobiliario. Con esta nueva técnica, en cambio, se busca que el cliente pueda imaginarse viviendo en ese lugar, ofreciéndole la posibilidad de recorrerlo visualmente, como si realmente estuviera allí, con lo que puede ver las cualidades potenciales de la vivienda, al quedar excluidos los accesorios menos favorecedores y optimizar el resto de los recursos disponibles.
Pensemos, por ejemplo, en el aspecto de la cocina, una estancia que siempre ha sido determinante a la hora de aceptar o no la adquisición de un inmueble. El motivo de este comportamiento, según declaraciones de numerosos expertos en la materia, se debe a que, en nuestro subconsciente, está firmemente enraizada una sensación preventiva, basada en que la comida nos sentará mejor si la ingerimos en un ambiente en el que nos sintamos a gusto. Y, para conseguir este estado de armonía, no se necesita solo que el lugar se encuentre en buen estado y haya sido realizado con materiales resistentes al paso del tiempo, sino que su apariencia también tiene que resultarnos agradable. Ahora, con el tour virtual, puede elegirse, con suma facilidad, el diseño que mejor se adapte a nuestras preferencias estéticas, ya sea en la cocina o en el resto de estancias que integran un hogar común: habitaciones, baños, sala de estar…
Una vez visto, en líneas generales, el funcionamiento de esta sorprendente técnica, resulta más fácil entender las razones de su éxito, entre las dos partes implicadas: los particulares y las agencias inmobiliarias,
Además del lógico ahorro de tiempo en desplazamientos, un factor a tener cuenta especialmente en las grandes ciudades, puede conocer la vivienda, sin prisas y de un modo minucioso. Asimismo, al ser una modalidad básicamente virtual, no requiere una infraestructura de atención presencial, ni una plantilla de personal que se encargue de su mantenimiento, ahorrándose así una cifra considerable de costes, con lo que el precio de venta también es sensiblemente menor.
Recíprocamente, también salen beneficiadas las agencias inmobiliarias, que están comprobando, día a día, un aumento generalizado de su volumen de ventas y una sorprendente modernización del sector.