GETAFE/Medioambiente (13/03/2019) – El Ayuntamiento de Getafe comienza un plan de control sobre la tenencia de perros potencialmente peligrosos. Para ello la Policía Local, en coordinación con las patrullas del SEPRONA, llevará a cabo una vigilancia especial, controlando cuestiones como que lleven el bozal correspondiente y que cuenten con la documentación requerida; revisarán también las zonas más frecuentes de paseo de estas razas de perros, los horarios más habituales; y detectarán lugares donde se lleven a cabo prácticas ilegales que fomenten la agresividad de estos animales.
Este control especial se llevará a cabo del 15 de marzo al 15 de abril, tras recibir los agentes una formación especializada en la materia. También tendrán lugar unas jornadas de intensificación, donde se trabajará, conjuntamente, en las zonas de mayor conflictividad, en función de la información y los resultados que se vayan obteniendo.
El Ayuntamiento de Getafe recuerda que la tenencia de un animal potencialmente peligroso requiere la obtención previa de una licencia administrativa, otorgada por la delegación de Medio Ambiente de este Ayuntamiento. A partir de la obtención de la licencia, el titular cuenta con un plazo de 15 días para solicitar la inscripción del animal en el Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos, del Ayuntamiento de Getafe.
La Ordenanza marca que los animales peligrosos, mientras sean mantenidos en espacio privados, deberán disponer de un cerramiento perimetral completo y de altura y materiales adecuados, que garantice la seguridad de las personas. Deberá existir un cartel que indique claramente su existencia. Los paseos de estos animales a espacios públicos o privados, se debe realizar en todo momento bajo el control de una persona responsable, mayor de edad. En el caso de perros será obligatoria la utilización de bozal adecuado a su tamaño y raza, así como una cadena o correa resistente, de menos de dos metros de longitud, no pudiendo circular sueltos bajo ninguna circunstancia.
Las sanciones aplicables van desde los 750 euros para las infracciones leves y a partir de los 3.000 euros para las muy graves. La autoridad municipal procederá a la intervención cautelar y traslado al Centro de Protección Animal, de cualquier animal considerado potencialmente peligroso, cuando su propietario no cumpla con las medidas marcadas en la Ordenanza.