GETAFE/La piedra de Sísifo (19/03/2019) – Desde aquí lo confieso públicamente: Me encanta cocinar. Sé que no es ningún desdoro ni nada de qué avergonzarse, al contrario, creo que cuantas más habilidades tengas, mejor te irá, pero de algún modo tenía que empezar el artículo. A lo que iba; decía que me encanta cocinar, me relaja muchísimo y con la práctica he ido desarrollando cierta pericia que me anima a experimentar, casi siempre con buenos resultados pero, lo reconozco, aún carezco de la técnica necesaria para elaborar esos platos sofisticados, aparentemente incongruentes, donde vemos triunfar a las grandes figuras de la cocina nacional o internacional.
Hasta aquí habrás pensado “pues bueno, pues vale, pues de acuerdo, pero a mí qué me importa lo que se te dé bien o mal”, y tienes razón, pero es que me pongo a pensar en qué plato debe estar preparando el rehabilitado candidato del PP de Getafe, Carlos González Pereira, ‘Carlitos’ para el siglo, con los ingredientes de qué dispone y no me sale nada medianamente comestible.
Vaya por delante que las encuestas manejadas por unos y por otros dan al PP la jugosa y gloriosa cifra de cinco concejales. Hagamos también oídos a los nombres que ‘Radio Macuto’ adelanta, desde distintas fuentes, para cubrir esos nombres; a saber: Mirene Presas, A. J. Mesa, Jesús Burranchón (cuota FAES) y Fernando Lázaro, además del propio Carlitos. Es decir, una mezcla muy parecida a lo que los genetistas llaman, acertadamente, cruce entre trucha y mono; o como cualquier desavisado de la vida diría, un lío de narices.
Repasando el hipotético cartel con las papilas gustativas, se percibe una sucesión de sabor agrio, ácido, insulso y almizclado de los que ni un genio sacaría algo digerible, y menos aún si cabe, el todavía Director General de Pendencias de la Comunidad de Madrid, a quien su ciudad natal está profundamente agradecido por el trato dispensado durante su mandato: No ha cerrado ni la residencia de mayores ni los dos centros de día públicos de los que dispone una ciudad cercana a los 200.000 habitantes. En este aspecto, nuestra ciudad nada en la opulencia.
Hablando de opulencia, siempre es interesante dar un repaso al portal de transparencia de la Comunidad de Madrid aunque, cinco segundos después, te asalten las preguntas: Cómo será la transición de percibir los sabrosos emolumentos de un alto cargo regional, además de diputado autonómico, a cobrar la, por comparación, magra cifra de concejal de la oposición. Durilla, quizá, pero su demostrada vocación de servicio público podrá con todo. Porque no creo que, como en ejemplos conocidos, necesite un complemento salarial en forma de acta en la Asamblea de Madrid.
Mientras se sustancian estas y otras respuestas, por favor, no dejes de ser feliz.