Nos parece una muy buena idea la de obligar a los dueños de perros, a llevar consigo una botella de agua u otro producto desinfectante con que rociar la zona donde haya orinado el animal. Una manera sencilla y eficaz de evitar molestias como malos olores, manchas persistentes y atracción a otros perros. Todas las buenas ideas no tienen un uso exclusivo y, desde aquí, proponemos que determinados partidos con mensajes tóxicos lleven también un recipiente con lejía concentrada y rieguen generosamente con ella el lugar donde hayan esparcido su ponzoña una vez terminado el acto. Todos saldremos ganando.