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¿Cómo afrontar un problema sexual?
Por Laura de Toledo Congosto, psicóloga y sexóloga el 1 marzo, 2019@GetafeCapital
GETAFE/Rincón psicológico (01/03/2019) – Estás teniendo un encuentro sexual y de repente algo no va como esperabas. Tu pareja no lubrica, sientes que la vagina está “cerrada», no consigue una erección, eyaculas antes de lo esperado o se produce el mal llamado “gatillazo», quizás es a ti a quien le ha pasado algo de esto.
Mantén la calma, no es el fin del mundo.
Casi todas las personas han experimentado un episodio así, pero seguramente nadie te lo haya dicho, porque este tipo de situaciones no se suelen compartir abiertamente.
Sentimos bastante vergüenza cuando nos encontramos con una situación sexual que no es como esperábamos. Tu reacción y la de la otra persona marcará la diferencia en la importancia que esto tenga en un futuro.
Es algo normal, pero ¿qué hago?
Estamos hablando de genitales, la sexualidad y los encuentros eróticos son mucho más que eso. Es deseo, piel, contacto, cuerpos, fantasías, sensaciones… por lo que empecemos por el principio:
Relájate, es fácil decirlo pero difícil hacerlo. Respira, a todos nos ha ocurrido una situación similar y si no es así, siempre hay una primera vez para todo. Lo importante es no hacer un mundo, ya que los encuentros eróticos se tienen para disfrutarlos y ponerte nervios@ te alterará a ti y a tu acompañante.
Tranquiliza a la otra persona. Aunque sea la primera vez que te ocurra, no te sorprendas, actúa de forma natural, si le das demasiada importancia solo conseguirás que ambos os sintáis peor y que el encuentro sea insalvable. Si actúas como si nada, parecerá que no te importa, trata de buscar un punto intermedio.
Pasa de los genitales. Si una parte de tu cuerpo no funciona como esperabas aún te quedan muchas otras cosas por hacer. Deja de prestar atención a los genitales, no les des un papel protagonista, hoy no lo quieren. Es mejor que no insistas porque generará una situación incómoda.
Explora el cuerpo: Busca nuevas sensaciones en el cuerpo, explóralas más allá de los genitales, las caricias, los besos, recorrer el cuerpo de tu pareja os ayudará a relajaros y a disfrutar.
Daros un masaje: Un gran comienzo para relajar la situación, el cuerpo y la mente es dar un masaje a tu pareja. Desnudos piel con piel y con un buen aceite de masaje todo resultará más agradable.
No busques culpables.
Que ocurra una vez no significa que vaya a ocurrir siempre, ha habido otras veces en las que todo fue como esperabas.
No presiones a tu pareja ni a ti, busca un encuentro sin exigencias.
Hablarlo con naturalidad: comentar lo ocurrido de una forma no exigente, sin buscar responsabilidades, como desahogo o para encontrar una solución puede resultar reconfortante. Si tu pareja no quiere hablar en ese momento respétalo, cada persona necesita un tiempo y un proceso diferente.
El rendimiento sexual no está siempre relacionado por cuanto nos gusta la otra persona. El estrés, el cansancio, tu estado físico, la alimentación, el consumo de medicamentos, alcohol… son muchos los factores que influyen en las relaciones sexuales.
Si te has agobiado mucho con la situación tómate un momento a solas, para relajarte antes de hablar o retomar el encuentro erótico, pero no lo abandones, no hagas un problema de una situación incómoda pero puntual. Podéis tomar algo para hablarlo de forma más relajada y retomar el encuentro con más tranquilidad o posponerlo para otro momento.
En definitiva se trata de disfrutar de la sexualidad y de la erótica ¿no crees?
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