El Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña de control de perros potencialmente peligrosos. La denominación nos parece muy acertada ya que, siendo cierto que un ataque de algunas razas caninas puede hacer mucho daño, también lo es que cualquier perro, debidamente educado, no representa un peligro para nadie. Entendemos que los animales verdaderamente peligrosos son algunos propietarios irresponsables que utilizan su perro para intimidar o atacar a otros animales o personas. Lástima que sea más “sencillo” coartar físicamente la libertad de un perro mediante bozal y correas que la de quien hace un mal uso de su posesión.