Salgo de mí mismo a tu encuentro,
salgo con la brújula de tu sonrisa
que me guía en las tinieblas del hoy.
Y vuelo. Vuelo mecido por tus labios,
tus ojos, tus manos y tu pelo,
por tu cuerpo que dibuja sonrisas en el aire.
Salgo de mí mismo y no estás,
me dicen que te fuiste en mi búsqueda
y uno en pos del otro recorremos el mundo.