GETAFE/La piedra de Sísifo (19/02/2019) – No seré yo quien haga sangre de los errores ajenos con la gran cantidad que yo cometo a diario y mucho menos en los tiempos que corren, permanentemente sometidos a un cruento bombardeo de mensajes publicitarios que, a poco que te despistes, te hacen mezclar una ideas con otras y te ves pidiendo una jugosa hamburguesa con queso en un taller donde cambian lunas de coche.
El caso es que en todos los medios locales hemos visto una gran cantidad de anuncios; prácticamente la mitad que los de la Deuda 0, que ya es decir; invitándonos a participar en la octava edición de los Premios Puchero de Getafe y, la alegre muchachada de Podemos, concretamente la candidatura a las primarias de Sergio Jaramillo y su troupe, se ha liao. Han visto lo de Premios Puchero, se han conjurado para llevárselo de calle y vive dios, que si el premio tratase de un Pucherazo electoral, estos chicos hubieran arrasado con la imprescindible participación de Hugo Paternina en los fogones.
Porque otra explicación pasaría por el hecho de tratar de pervertir un proceso electoral interno, para hacerse con la cabeza y algún puesto de salida en las listas y tener garantizados cuatro años viviendo del momio público (porque, a juzgar por lo que han trabajado este cuatrienio, se han tocado las gónadas con generosidad).
Claro, te pones a pensar y la primera ráfaga que te viene es la de la regeneración democrática que ha venido para desmontarles el chiringuito a los partidos tradicionales y su tendencia a entregarse a casos de corrupción. Con estos comportamientos que les cae el chozo a pedazos, denuncias judiciales aparte, y la desilusión de buena parte de los 20.000 votos que obtuvieron en 2015 se ve corregida y aumentada con estas actitudes de filibusterismo, fraude, engaño y manipulación.
Luego empatizas y tratas de ponerte en su lugar ¿tendría el rostro tan granítico como para pedirle a los ciudadanos que confíen en mí cuando mis propios compañeros se echan la mano a la cartera cada vez que me acerco a ellos? Podrán eliminar de la imagen pública a Sergio Jaramillo, tras su cese cantado; podría Hugo Paternina (no sabemos si lo hará aunque no tiene pinta) dimitir de su cargo de concejal y entregar el acta; podría todo el Círculo de Getafe de Podemos pedir perdón a coro a sus convecinos por no haber sabido ver lo que se avecinaba y más después de las sospechas de las anteriores primarias; podría todo eso y más pero en política se vive mucho de imagen y prestigio y los del partido morado están, ahora mismo, como el Titanic tras su choque con el iceberg, en un sálvese quien pueda que esto se hunde.
Tengo algunos buenos amigos que confiaron en ellos y ahora están profundamente decepcionados, y eso tiene mal apaño en las convocatorias que se avecinan, donde la participación es determinante para superar la amenaza cierta de la derecha más montaraz. Espero, confío y deseo que una gran parte de una generación que confió en la política por primera vez, no se haya perdido para siempre en el limbo de la abstención.
Sed felices, no obstante.