GETAFE/Palabra de concejal (18/02/2019) – Créanme si les digo que le he dado muchas vueltas antes de empezar a escribir en el folio. La forma de enfrentarme a cada artículo de opinión puede comenzar a parecer, a quienes dedican un poco de su tiempo a leerme, una letanía. Pero díganme ustedes, si no tengo algo de razón cuando les cuento mi dificultad para elegir el tema a desarrollar. Será tal vez casualidad, pero en los momentos en que ponen a mi disposición esta columna de opinión, las noticias de actualidad se agolpan.
En el panorama nacional, las elecciones generales acaban de ser convocadas y, a estas alturas, ya es conocida mi opinión respecto a la implicación que debemos tener en aquellas cuestiones que nos afectan aunque vayan más allá del ámbito local.
Por si usted no ha seguido mis artículos a lo largo de estos años, baste recordar la frase de Eduardo Galeano para saber de qué estoy hablando.
«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo».
El voto de los partidos independentistas ERC y PDeCAT, sumado al de PP y C’S (curiosos compañeros de cama hace la política), han dejado en el aire medidas sociales que afectan a nuestros vecinos y vecinas, por ejemplo la recuperación del subsidio para mayores de 52 años y la eliminación del copago a 6,8 millones de pensionistas. Ya me contarán si no tienen la suficiente importancia como para ser el objeto de este artículo.
Los resultados en Andalucía, las primeras medidas puestas en marcha por el ejecutivo andaluz, el resultado de las encuestas que están saliendo a la luz sobre la posible composición del Parlamento tras las elecciones generales, han hecho que me plantee la necesidad de hablarles hoy sobre la importancia de votar, de hablar de la necesidad que tenemos de plantearnos no solo qué España queremos sino también qué España no queremos.
Y ya llevamos un par de temas sobre los que he dudado en escribir, pero es que en el ámbito local, no está la actualidad menos candente.
La decisión de la Comunidad de Madrid de reducir la atención a los pacientes hasta las seis de la tarde, la campaña y las concentraciones que se están llevando a cabo en nuestro municipio, para poner de manifiesto el deterioro de nuestro sistema sanitario y la necesidad que tenemos de implicarnos todos en su defensa, también podría haber sido el tema elegido.
Las denuncias de CCOO y del AMPA del colegio público Miguel de Cervantes de Getafe contra el incumplimiento por parte de la Comunidad de Madrid por la situación de las infraestructuras del colegio que obliga a los niños y niñas a convivir, año tras año, entre obras y sin cumplir el real decreto 132/2010 por el que se establecen los requisitos mínimos de los centros educativos de Infantil, Primaria y Secundaria; no son menos merecedoras de que usted y yo les dediquemos un rato de nuestro tiempo.
Las primarias de la formación morada de nuestro municipio de cara a las elecciones municipales, la falta de información sobre los resultados, el cese del cargo de confianza, las noticias sobre las supuestas promesas de viviendas y trabajo hechas por el concejal de Podemos a cambio de votos, el documento de la Plataforma Salvar el Círculo de Podemos Getafe, sobre el “método Jaramillo”; son, sin duda, un punto de interés en estos momentos. No tengo la menor duda que de ser otra formación política la que estuviera dando estos titulares, ya estarían las redes sociales inundadas de videos y de hashtag de #GetafeSinMafia.
No me quiero dejar en el tintero esa apelación a la solidaridad que nos ha hecho la Comunidad de Madrid para traernos las basuras procedentes de la Mancomunidad del Este, a la par que se ha adjudicado el contrato para la redacción del proyecto que ampliará el vertedero de Pinto hasta el barrio de Perales. Hablar de mi rechazo a esta ampliación, de equilibrio territorial, de reciclaje, de la huella de carbono, de otros modelos de plantas de residuos, hubiese sido, seguramente una buena elección.
Y por último, y no por ello menos importante, la huelga feminista del 8M. Será el primer año que no dedique un artículo completo a esta importante fecha, seguramente será un error y tendré que apuntármelo en el debe porque de todos los temas que les he enunciado, este es, sin duda, el que más me apetecía desarrollar.
En estos momentos donde algunas formaciones políticas no tienen reparos en poner los derechos de las mujeres encima de la mesa como mercancía de negociación, yo debería haberme decidido por explicar los #1000Motivos para secundar las movilizaciones del 8M.
Imagino que para ustedes, todas y cada una de las propuestas que he barajado como posibles sujetos del artículo, son de sobra conocidas. Habría muchas más, la actualidad no se reduce a los pocos ejemplos que yo he puesto, ni tampoco se encorseta en titulares machacones y repetitivos que pueden hacernos creer que no hay vida más allá de Venezuela o que nada tienen que ver con la realidad.
No. La actualidad, las versiones, las opiniones son muy diversas. Esa diversidad nos enriquece pero también nos obliga a buscar y comparar la información. A no dar por buenos bulos que se trasmiten como si de dogmas de fe se tratase. A desterrar esas noticias de contenido pseudo-periodístico (fake news). A profundizar para no confundir la noticia con la opinión.
Si usted, al acabar de leerme, quiere ahondar en algo de lo aquí dicho, el objetivo del artículo estará de sobra cumplido.