GETAFE/Rincón psicológico (21/02/2019) – Conocido es por todos el dicho de “quien tiene un amigo tiene un tesoro” y de esto se trata cuando a nivel emocional hablamos del poder de los amigos y lo que ellos provocan en nosotros.
Los amigos es la familia elegida, es la familia que uno selecciona por afinidades, vínculos, sentimientos especiales y un amplio etcétera que nos complementan.
A los amigos no les exigimos ni les demandamos estar simplemente sucede que de una forma natural y casi sin esfuerzo están ahí como si de repente aparecieran para compartir con nosotros los instantes de dolor, las alegrías y todo cuanto acontezca en nuestras vidas.
Se genera una relación única en las que nos sentimos libres y abiertos sin ser juzgados, criticados.
Nos aportan afectividad, confianza y seguridad.
Nos comprenden sin la necesidad de entendernos.
Cuando en terapia hacemos un recorrido por las diferentes áreas de nuestra vida este es un apartado en el que nos detenemos de una forma generosa. A veces vivimos tan centrados en nuestra familia, el trabajo y las responsabilidades que se nos olvida esta otra parte o no le damos el lugar que se merece ya que estamos acostumbrados a ello y no somos conscientes del gran valor que suponen los amigos en nuestra vida.
Un amigo es aquella persona en la que sostenernos, en la que depositamos nuestros miedos, aquella con la que el tiempo se nos pasa tan rápido que a veces desearía se detuviera.
Como en todas las etapas de la vida que van fluctuando y variando según las situaciones vitales de la vida así también suceden con los amigos, y esto que a veces nos preocupa sintiendo ya la relación desaparecerá podemos transformarla en ese cambio que nos ayude a seguir creciendo aceptando las diferencias vitales de cada uno pero no el sentimiento profundo que nos une.
Quizás este sea el punto más delicado considerar que si ya no hay momentos en común de diversión o que pasados los años aparentemente los momentos que nos unían se han ido desvaneciendo aquí es cuando debemos pararnos y valorar aquello que desde este otro lugar nos une. No olvidemos que la relación de amistad se trata de una relación de pareja que con el tiempo se irá transformando encontrando nuevos puntos a compartir que seguirán reforzando nuestra amistad.
A veces cuando perdemos de vista el sentido profundo de la amistad y el compromiso y cuidado que una relación requiere podemos caer en la demanda y la necesidad que al principio aparentemente no existía, aquí debemos reconsiderar la relación y lo que está sucediendo en nosotros nuestros miedos y dificultades en esta 2 nueva relación” para volver a CONFIAR aceptando los cambios.
Cuidemos aquellas relaciones que nos aportan y salgamos de esas relaciones tóxicas que nos destruyen.
Más información en www.cspsicologia.es