GETAFE/El rincón del lector (02/02/2019) – El colectivo arbitral liderado por Carlos Velasco Carballo y la federación española de fútbol acaban cruelmente con el sueño del Getafe en la Copa del Rey.
Los azulones fueron, un partido más, perjudicados gravemente por un actuación arbitral grotesca y de mal gusto por parte de Estrada Fernández. El partido del pasado martes ante el Valencia pasará una importante factura al equipo de Pepe Bordalás, no solo en el aspecto anímico, sino también en cuanto a sanciones se refiere.
La vuelta del partido de Copa del Rey entre el Valencia y el Getafe venía peligrosamente llena de polémica y excesivamente caliente por parte del conjunto valencianista. Entrenador, jugadores, dirigentes y gran parte de la prensa valenciana y española habían caldeado el ambiente.
La campaña mediática contra el Getafe pareció causar efecto en el pésimo colegiado del partido, el catalán Estrada Fernández. El trencilla consiguió sacar de quicio a los jugadores azulones, que pese a no pegar una patada en los primeros 45 minutos, se fue al vestuario con cinco amarillas en su haber. Demasiado castigo para un partido hasta entonces de guante blanco. Los titulares de la prensa deportiva valenciana habían advertido al colegiado. Ideas como la de “Estrada Fernández, cuidado con el Getafe” comenzaron a dar sus primeros frutos.
Ya en la segunda parte, y con el 0-2 global del Geta en la eliminatoria, los ánimos siguieron calentándose. El espectáculo grotesco de Estrada Fernández parecía no tener límites. El jugador azulón Djené, fue expulsado por doble amarilla siendo el propio defensor del Getafe objeto de la falta.
El pésimo arbitraje sería el preludio de lo que terminaría pasando: en cuatro minutos el Getafe encajó dos goles para regresar a Madrid de vacío. El descuento, a pesar de ser de siete minutos, solo se alargó hasta que el Valencia marcó el 3-1. O lo que es lo mismo: el trío arbitral regaló cuatro minutos al Valencia.
Como no podía ser de otra forma, con el pitido final del pésimo Estrada Fernández, comenzó una batalla campal en el verde, provocada por Marcelino y su entorno. Cuando empezaba a relajarse la tensión, nuevamente, Estrada volvió a incendiar la mecha de los azulones con un acta del encuentro totalmente desproporcionada contra los intereses del Getafe.
La guerra de Valencia, provocada por los medios de comunicación deportivos (esos que ahora se llevan las manos a la cabeza por lo sucedido), Marcelino, Velasco Carballo, Estrada Fernández y la RFEF, acabó con muchas bajas y muchos derrotados para el club de la capital del sur de Madrid.
La familia azulona, lejos de rendirse, está muy curtida en este tipo de sucesos orquestados por intereses oscuros y responde más unida y fuerte que nunca. Los seguidores azulones ya preparan un gran recibimiento a los suyos para el próximo encuentro liguero frente al Celta de Vigo. Con Bordalás nadie se rinde. El Getafe ha perdido otra batalla, pero ganará la guerra. Contra todo y contra todos. ¡Vamos Geta!