GETAFE/Miradas arcoíris (17/01/2019) – La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó en noviembre de 2005 designar el 27 de enero como el Día Internacional en memoria de las Víctimas del Holocausto. Un 27 de enero de 1945 las tropas soviéticas liberaron el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, donde millones de personas perdieron la vida a manos del nazismo. Las personas judías, romaníes, LGBT, comunistas, con diversidad funcional, entre otras, no tenían cabida en la “raza aria”.
Qué lejos parece estar 1945 y qué poco parece que hayamos aprendido. Somos testigos de cómo décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial persisten y se incrementan otras formas de discriminación. En toda Europa, así como en España, asistimos a día de hoy al auge de partidos políticos de extrema derecha que contienen discursos que nos recuerdan a los de entonces; donde las mujeres, las personas LGBT, migrantes y/o refugiadas no tenemos cabida. Así pues, volvemos a encontramos con proclamas de tiempos pasados vivimos en nuestro país.
Estas narrativas no solo fomentan el odio sino que normalizan la discriminación y los prejuicios sociales, generando contexto propicios para los ataques contra los derechos y libertades… Cada vez que en cualquier lugar del mundo, sea en Europa en 1945 o en Andalucía en 2018, se hace dejación de los valores de humanidad, diversidad y respeto, estamos todos, todas y todes en peligro. Es una cuestión del conjunto de la sociedad resistir y enfrentar los discursos racistas, machistas y LGTBIfóbicos que promueven diferentes formas de violencia.
El pasado 15 de enero nos concentrábamos en la Puerta del Sol asociaciones feministas y LGTB para recordar, a raíz de lo ocurrido en las elecciones andaluzas, que no vamos a negociar en materia de igualdad. No permitiremos ser tratadas como ciudadanas de segunda categoría. No vamos a volver a los armarios ni a la clandestinidad. Vamos a seguir donde siempre hemos estado, en las calles y en las plazas, en pro de una ciudadanía más inclusiva. Porque debemos de seguir luchando por los derechos humanos que todavía nos quedan por conquistar, y no aceptaremos discursos que nos recuerdan a épocas anteriores. Hoy igual que entonces, debemos de seguir educando en el respeto y la igualdad, para construir un futuro donde los derechos humanos no sean percibidos como privilegios, una sociedad justa y equitativa.
Hoy recordamos a esos más de seis millones de personas que perdieron la vida a manos del nazismo.Por su memoria, y por no repetir los errores del pasado, seguiremos trabajando contra los discursos de odio; ante los derechos humanos ni un paso atrás.