Según informa la Policía Nacional, este individuo despertó las sospechas de los agentes debido a un infame injerto capilar que, al parecer, ofendía cualquier estándar del buen gusto. Al requerirle identificación reaccionó negativamente y fue conducido a comisaría donde se descubrió que pesaban sobre él varias órdenes de búsqueda. Se le va a caer el pelo (otra vez)