GETAFE/El rincón del lector (08/01/2019) – El VAR se nos explicó como una herramienta que ayudaría a los árbitros para que su actuación fuera lo más justa posible. Pasados cuatro meses de competición, los resultados evidencian la distancia entre el anhelo y la realidad. Más allá de mejorar el nivel arbitral de la mejor Liga del mundo, lo único que ha conseguido es dejar de manifiesto una realidad: España, desgraciadamente, cuenta con el peor nivel de arbitraje en Europa.
En directo, sobre la hierba del Coliseum, cabía la duda. Los árbitros son humanos y pueden fallar, pero lo que es injustificable a todas luces es hacerlo teniendo una televisión delante, una tecnología de última generación que permite observar las jugadas con detalle y desde diferentes perspectivas.
Varios equipos -Espanyol, Huesca y Valladolid entre otros- han sufrido ya el mal uso del VAR. Pero sin duda, el Getafe es el club más golpeado por una institución, el Comité Técnico de Árbitros (CTA), cada vez más cuestionada y menos profesional a la que le gusta sacar pecho de los pocos aciertos que tiene pero que calla de manera ruin cuando yerra, circunstancia que empieza a suceder todas las jornadas.
El presidente del CTA, Carlos Velasco Carballo, sigue en el camino de errores de su antecesor y lejos de renovar, modernizar, profesionalizar y humanizar a los árbitros, el directivo madrileño lo único que ha conseguido, hasta ahora, es que se hable más que nunca de los colegiados, pero no precisamente para bien.
La duda sacude a varios equipos, aficiones y medios de comunicación en España. ¿Cómo es posible que el criterio del VAR quede tan en entredicho? ¿Cómo acciones claras no son sancionadas con el mismo criterio en determinados partidos? ¿Por qué no se pueden pitar penaltis tan claros como el de Mata en San Mamés? ¿Por qué no se concedió la pena máxima tras derribo de Vinicius en el Bernabéu el pasado fin de semana? ¿Cómo se pudo anular un gol claramente legal, también a Mata, el pasado fin de semana frente al Barcelona sin que la jugada fuera analizada? ¿Dónde estaba el VAR en esas acciones? Siguen los apagones selectivos en Las Rozas.
Una de las mejores competiciones deportivas del mundo no se merece unos arbitrajes de tan pobre nivel, tan sibilinos y tan claramente influenciados.
Porque sí, y tirando de tópico, el árbitro tiene que tomar una decisión en cuestión de segundos y se puede equivocar (aunque a veces sean ellos los únicos que ven o no ciertos lances). Lo que no se entienden son los precedentes que está sentando ya el VAR en España.
Sin duda, Velasco Carballo, director del CTA, lejos de mejorar el nivel del arbitraje lo está hundiendo en la miseria más absoluta.
El VAR, herramienta que debería ser totalmente positiva y de ayuda, se ha convertido en un instrumento que pone de manifiesto el pésimo nivel del arbitraje español y lo que es aún peor: lejos de calmar el debate sobre la capacitación de los profesionales del arbitraje está poniendo sobre ellos la oscura sombra de que sus decisiones se toman dependiendo del color de la camiseta de los equipos en liza.
Mientras tanto, el Getafe a lo suyo: contra todo… Y contra todos.