GETAFE/El rincón del lector (10/12/2018) – En 1833 Mariano José de Larra escribió un brillante y mordaz artículo, con el citado título, en el que criticaba la lentitud de la administración. Un panfleto antiburocrático del gran autor que puso fin a su vida a los 27 años por un conflicto amoroso.
Casi doscientos años después nos encontramos con el mismo conflicto. La ciudadanía sola y desamparada frente al Estado y su burocracia. Ahora ha cambiado algo. En vez de un funcionario que dice vuelva usted mañana nos han colocado un número de teléfono conectado a un contestador que filtra cualquier llamada a gusto del organismo pertinente.
Había un chiste de Forges en que uno de sus Marianos había tenido una pesadilla y decía a su mujer: “Ha sido horrible, me habían perdido las maletas los de Iberia y tenía que buscarlas con el servicio de atención al cliente de Telefónica”. Evidentemente mucha gente se sentirá identificada con estas situaciones. Una vergüenza de la que se aprovechan muchas empresas para ahorrar gastos y dificultar las reclamaciones. Y actúan con impunidad cuando son empresa privadas.
Pero aquí me trae hablar del sector publico.
El pasado de jueves, 29 de noviembre, en la tertulia de Getafe Radio acometimos el debate sobre los vertidos de Perales del Río. Me imagino que es conocido que ya se lleva un tiempo vertiendo materia fecal al rio. La causa parece ser que los robos de motores han llevado a plantear la posibilidad de que se haga una nueva instalación que exige un presupuesto y un proyecto que sea aprobado por la Comunidad de Madrid y la Confederación Hidrográfica del Tajo.
A pesar de la gravedad del vertido la alcaldesa ha explicado que la obra está presupuestada y el proyecto hecho y enviado a la Comunidad de Madrid y a la Confederación. La primera ha dado el visto bueno y la segunda aún no. A pesar de ello se ha informado que esta Confederación, que no ha aprobado el proyecto, está multando, se dice, con 45.000 euros al Ayuntamiento de Getafe por los vertidos. Una cosa como mínimo rara.
Ahora un ciudadano y candidato a las próximas elecciones ha puesto una denuncia que el juzgado ha aceptado y ha llamado a declarar a la alcaldesa. La tradición de la justicia española no nos lleva a confiar en que esta aceptación de la demanda sea muy objetiva. Pero puede ser.
El caso en que como no me gusta hablar de oído. En el programa propuse llamar a la Confederación y preguntar directamente. Y claro, una centralita y una grabación. Durante el programa, con la candidez que tenemos a pesar de los años, intentamos que entraran en directo. Nada.
Pero me quedé con el encargo de llamar y preguntar. Así que me lié a llamar el jueves. A ver quién gana. Ganaron ellos, una grabación que te pasaba a un buzón de voz que estaba lleno. En la web no hay un directorio o no lo encontré. Solo un correo que no funciona y un enlace donde te dicen que rellenes una hoja y la envíes por correo postal. Un teléfono de quejas que sí lo descuelgan, pero debe ser una empresa externa que no me podía ayudar. Por si acaso llamé a la delegación de Aranjuez con el mismo resultado.
Todavía creció mi empeño. Al día siguiente empecé a primera hora. El único cambio es que el buzón no estaba lleno. Pero lo llené con quejas cada vez mas subidas de tono.
Ya había decidido irme a la sede de la Confederación, avenida de Portugal, cuando se me ocurrió dirigirme a twiter y ver si la Confederación tenia twiter. Y eureka. Había vida en la Confederación. No solo tenían twiter sino que alguien lo actualizaba. Por lo que les escribí les conté lo que sucedía y les pedí ayuda. El primer día, nada. El segundo día les volví a escribir y me contestaron. Me dijeron que había un problema con la centralita y me dieron un teléfono. El caso es que llamé y me atendieron a la primera, y aunque no me respondieron a la duda si me han dado un email al que escribir y ahí me contestarían. No me han contestado aun, pero estoy seguro que voy ganándoles la batalla. Seguro que en unos días tendremos la información y podremos cotejar las distintas versiones.
Mientras, envidio a esos directivos de la Confederación que estarán tan tranquilos en sus despachos sin que les pasen las llamadas y sin tener que aguantar a pesados como yo
Volveré mañana sin duda.