GETAFE/Reportaje (03/12/2018) – El desempleo se sitúa en el mes de octubre en 10.232 personas. Ha dejado de ser “una pesadilla”, pero no una preocupación para Nieves Sevilla, concejala de Empleo y José Luis Herranz, jefe de sección de ALEF. “El 40% de los desempleados son de larga duración y el 20% de muy larga duración. Son personas de muy difícil empleabilidad, de más de 45 años, con estudios básicos, y alejados del mercado de trabajo desde hace más de 5 años”, y aunque en esta legislatura una cuarta parte del desempleo ha desaparecido, hay que seguir trabajando. La esperanza es que el empleo “que se va generando es más moderno” y Getafe se sitúa 5.000 euros por encima de la media nacional en renta per cápita. “Actualmente estamos en 30.600 euros anuales”.
Mucho ha tenido que ver en estas cifras el reimpulso que se ha dado a la ALEF, la Agencia Local de Empleo y Formación. En su expansión tiene el hándicap de que los Ayuntamientos no cuentan con competencias en materia de Empleo. La Comunidad de Madrid cerró el grifo con la llegada de la crisis e incluso le resulta complicado al Ayuntamiento de Getafe recabar los permisos para poder hacer con recursos propios cursos de formación o de cualificación. “Nos pasó con los de aeronáutica, porque tienen su centro de Formación en Leganés y querían derivarlos”, explica Nieves Sevilla, que peleó por que se quedaran en Getafe.
La legislatura pasada significó un duro varapalo a “las políticas de empleo municipales que se redujeron a su mínima expresión: en 2011-12 desaparecieron de la noche a la mañana las escuelas taller, las casas de oficio, los talleres de empleo… fueron despedidos un montón de compañeros”. Se cerraron todos los centros de formación y se dejaron de convocar subvenciones para cursos. De tener hasta 500 contratos “entre personal de plantilla, profesores, monitores, alumnos con contrato… nos quedamos 11 o 12 personas”, lamenta Herranz. “Ahora estamos remontando el vuelo con dificultades. La novedad es que estamos entrando en proyectos europeos: más complicados de gestionar y de mayor envergadura”.
Uno de estos proyectos es el POEJ, el Programa Operativo de Empleo Juvenil que “nos está permitiendo formar en itinerarios formativos a 90 jóvenes con una beca de 400 euros al mes”. Nieves Sevilla tranquiliza ante la rumorología. “No se va a perder nada de la subvención. Era la primera vez que se lanzaba este programa a nivel europeo y todas las administraciones hemos tenido los mismos problemas a la hora de gestionarlo”. La nueva ley de contratos ha complicado la resolución del contrato y se ha concedido una prórroga de seis meses, que permite afrontar el desarrollo de este programa con tranquilidad. “Son alumnos que vienen de garantía juvenil, que es complicado engancharlos, la única forma de mantenerlos es financiando y pagando la formación para este empleo”. De hecho, tienen dificultades para llenar los cursos para jóvenes, a pesar de ser uno de los sectores más castigados por el desempleo. Este programa, además ha permitido contratar a unas 40 personas: orientadores, profesores…
También se ha iniciado una nueva edición del Programa de Cualificación, Recualifcación y Activación, para 104 parados de larga duración. “Se ha tenido que hacer un reajuste en el presupuesto para dar esta oportunidad a los trabajadores en situación de desempleo. Es una manera de volver a integrar a estas personas dentro del mundo laboral”. En todos los proyectos de presupuestos que ha elaborado el Gobierno municipal se aumentaba la partida para programas de empleo de ALEF, pero la no aprobación de los presupuestos por parte de la oposición ha impedido sacar adelante más propuestas.
El Proyecto Odiseo es uno de los tesoros que defiende Herranz. “Nace en la legislatura anterior y se desarrolla en la actual”. Similar al Erasmus, gestiona prácticas en empresas en el extranjero durante 3 meses. Comenzó con 10 alumnos y ahora son una treintena de becas. “Se ha ampliado la cantidad de países y titulaciones: atención sociosanitaria, jardinería, monitores de ocio y tiempo libre, informática, trabajos administrativos… de todo un poco”. “Ayuda a abrir la mente y ver la posibilidad de que hay otras cosas”, añade Sevilla.
Jóvenes pero también personas en riesgo de exclusión. “Somos pioneros en el programa para los perceptores de la Renta Mínima de Inserción. Es un colectivo que está fuera de todos los circuitos de empleo y decidimos apostar por cursos de cualificación. Estamos con los procesos de selección”.
También están pendientes de la resolución de otro programa europeo, el POEFE, dirigido a ámbitos de actuación más desfavorecidos, en este caso “elegimos Las Margaritas. Podrán participar personas de sectores prioritarios y en situación de vulnerabilidad: la beca es de menor cuantía pero sirve de ayuda. Será un proyecto trianual con la participación de 80 personas distribuidas en seis itinerarios formativos: 2 por año”.
El empleo ha cambiado, las necesidades también y es necesario reinventar ALEF. “Tiene que ser más flexible, con capacidad de anticiparse a los cambios, no ir a remolque. Tenemos que plantearnos qué va a ser ALEF como organización y a qué se va a dedicar la próxima década. Hay que explorar nuevas formas de colaboración con el sector privado, una nueva batería de políticas de empleo, hablar con la Comunidad de Madrid para cambiar las políticas y que en lugar de ser asistenciales sean proactivas. El modelo mediterráneo no funciona bien, y los ayuntamientos tienen poco protagonismo”. Herranz defiende el modelo de los países nórdicos que “en cuestión de 1 o 2 años tras una crisis estabilizan el empleo”.
Tienen muchos frentes abiertos, con la Comunidad de Madrid, pero también con el Estado. “Nos quitaron los contratos de inserción laboral, y estamos pidiendo desde la FEMP que se nos habilite a las administraciones un contrato para poder contratar a más personas”. Y siguen trabajando con las empresas, creando sinergias y vínculos. Los convenios firmados permiten facilitar las prácticas no laborales que se realizan en los cursos. “Y también surgen contratos: hemos participado en un proceso de selección en Supermercados Hiber que han dado trabajo a 35 personas. Y en el campo de la aeronáutica: cerca de 40 trabajadores están trabajando en empresas que han firmado convenio con nosotros”. El siguiente paso es lograr que la empresa privada patrocine inversiones, por ejemplo, equipando talleres.
El trabajo de esta Delegación es transversal y la relación con Mujer, Servicios Sociales, Juventud… es constante. De hecho se guardan plazas en los cursos para víctimas de violencia de género. “Estamos realizando un curso de formación mecánica que van a salir prácticamente colocados. Están participando mujeres víctimas de la violencia de género. Están haciendo el curso de forma brillante”.
Este mes de diciembre, los días 12 y 13 en el polideportivo Cerro Buenavista, regresará una nueva edición de la Feria de Empleo, que en esta ocasión se “enfocará hacia el emprendimiento y la innovación: la industria camina hacia al 4.0”, explica Sevilla. La expectación es máxima entre las empresas. “Hay más que quieren participar de las que caben. Tenemos 22 stands, y no sé si vamos a tener que hacerlos más pequeños. Vamos a tener a las empresas más relevantes del territorio: la mayoría con la que tenemos contrato de colaboración. Empresas de la categoría de Airbus, Northgate, Carrefour…”, cuenta Herranz. El objetivo es “mejorar los resultados anteriores. De la feria salieron 129 empleos directos, que fueron contratados en los 3 primeros meses”, relata.
En el panel de ponentes “pretendemos que haya alguna charla de cierto nivel académico que genere ideas sobre las que discutir. Y gente del mundo de la empresa, que explique cosas muy prácticas: qué requisitos debes tener tú para ser un empleado mío. Intentar también que participen en las mesas los propios desempleados”