El ínclito presidente del Getafe SAD necesita su dosis de atención en los medios porque, últimamente, al mirarse al espejo nota cómo su imagen se va diluyendo. Al comprobar que no tuvo demasiado efecto su paseo por las ruinas del jardín feminista que había dejado Enrique Cerezo, el del Atleti; ahora amenaza con techar y poner calefacción en el campo de fútbol. En el caso de no conseguir la atención pretendida, no descartemos que proponga pintarlo de vivos colores para que se vea desde el espacio o echarlo abajo y reconstruirlo con piezas de Lego. El caso es llamar la atención.