Con sorprendido regocijo hemos recibido la noticia de que la carretera del cementerio será de doble sentido. En este caso nuestra ciudad es pionera, me atrevo a afirmar, en el mundo entero: cualquier camino a un cementerio siempre ha sido, por su propia naturaleza, solo de ida; a partir de ahora también podrá ser de vuelta. A criminales, deudores y herederos ventajistas no les llega la camisa al cuerpo y yo me alegro por ello.