Unos estudios publicados por las universidades de Berkeley y Yale certifican que el agradecimiento es beneficioso para la salud, pero no solo para la salud mental; el solo gesto de dar las gracias con frecuencia, mejora todos los parámetros generales de salud física de quien las da y quien las recibe. Esa es una causa fundamental de la enorme cantidad de achaques que presentan los líderes de cualquier rama profesional en que nos fijemos. Cuanto más arriba, peor salud. Por algo será.