GETAFE/Palabra de concejal (12/11/2018) – En España han sido asesinadas más mujeres por violencia machista que víctimas por los atentados de ETA. Un dato que es más preocupante si tenemos en cuenta que en nuestro país las víctimas de la violencia machista solo se contabilizan desde el año 2003. Otras muchas mujeres, hijos e hijas, fueron asesinadas sin que sus historias trascendieran ni tan siquiera para formar parte de una suma que está próxima a llegar a las 1.000 víctimas en 15 años.
Por desgracia los asesinatos son solo la punta del iceberg de un problema social que debe avergonzarnos a todas y todos. El maltrato físico y psicológico hacia las mujeres, que ya sufrimos innumerables episodios de desigualdad en nuestro día a día, es más importante de lo que reflejan los datos o los minutos de silencio con los que tratamos de rendir homenaje a las víctimas.
Muchas mujeres sufren en silencio el maltrato, condenadas por el miedo a una vida que no desean vivir. Escondidas en la apariencia de una sociedad que mira para otro lado y que no se preocupa de ellas, de las víctimas del terrorismo machista. Todas y todos somos responsables de esta situación en diferentes grados.
¿Qué hacer entonces? Cada uno de nosotros y nosotras podemos aportar nuestro grano de arena, empezando por evitar situaciones machistas y de desigualdad hacia las mujeres en nuestros ámbitos personales. Denunciando si conocemos casos de maltrato y educando a nuestros hijos e hijas en valores igualitarios.
Desde las instituciones, el pasado mes de septiembre el Gobierno de Pedro Sánchez anunciaba la recuperación de las competencias en esta materia a los ayuntamientos, con la consiguiente financiación que se multiplicará por dos para 2019. En Getafe tenemos una larga experiencia en este ámbito con más de 25 años en funcionamiento del Centro Municipal de Mujer e Igualdad, que ayuda y asesora a las víctimas en estos casos.
Pero queremos y hacemos más, por eso acaba de entrar en marcha la Unidad de Protección Integral a las Víctimas de la Policía Local, en la que pasamos de contar con 14 agentes a 41 para esta labor, en coordinación constante con el Cuerpo Nacional de Policía.
La violencia de género debe estar recogida de forma nítida en nuestra constitución, protegiendo a las víctimas como parte de los derechos fundamentales que rijan nuestra sociedad. Poniendo en valor los mecanismos suficientes para evitar los asesinatos y el maltrato, con programas que afronten el problema desde la escuela.
Porque el 25 de noviembre es solo un día de cada año, como los minutos de silencio son solo una mota de polvo en un día lleno de horas y un mes lleno de mujeres asesinadas. Las historias que se esconden detrás son tan terribles, que cada día que pasemos sin solucionarlo será un día perdido.