GETAFE/El aula sin muros (18/10/2018) – Otra vez estamos en la calle defendiendo la Escuela Pública.
¿De quién?, se preguntará el lector.
Del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que no deja de atacar a la enseñanza pública. Y no solo la enseñanza, también la sanidad, los servicios sociales, todos los servicios públicos. Los que debieran cuidar los servicios públicos se dedican a atacarlos, deteriorarlos, a la vez que promueven su privatización.
En los veinte años que lleva gobernando el Partido Popular, son muchos los agravios que ha recibido la educación, pero sobre todo el sector público entre ellos podíamos citar:
La reducción de los presupuestos dedicados a educación que en la actualidad solo representan un exiguo 2,7% del PIB de nuestra Comunidad. Con mayor incidencia en la enseñanza pública (como comentábamos en nuestro anterior artículo).
La reducción de profesorado en la escuela pública que, con la disculpa de la crisis, afectó a todos los niveles y especialidades, aunque es destacable la reducción de profesorado de necesidades educativas especiales, profesorado de apoyo en educación infantil.
Desaparición de aulas de educación compensatoria (para apoyo al alumnado con mayores carencias educativas) y reducción drástica de las aulas de enlace (para preparar la integración del alumnado de origen extranjero).
El aumento de alumnos por aula en todos los niveles incumpliendo, en muchos casos, los mínimos que estipula la ley.
Disminución de becas de comedor y material escolar para el alumnado con importantes carencias socioeconómicas.
Reducción en calidad y cantidad de los recursos destinados a la formación permanente del profesorado que tuvo su máxima expresión con el desmantelamiento de los Centros de Profesores, que favorecieron el intercambio de experiencias y la formación adaptada a las necesidades de cada centro.
Un modelo de Formación Profesional dual que, en nuestro país tiene visos de convertirse en una forma de utilización de mano de obra barata, junto con una endémica carencia de plazas en los centros públicos y una falta de adecuación de los perfiles profesionales a las necesidades del mundo actual.
La privatización de las Escuelas Infantiles a causa de la creciente gestión privada de centros públicos, mientras que la falta de criterios pedagógicos en las concesiones favorece la entrada de empresas que nada tienen que ver con la educación sino más bien con el negocio, sometiendo a las educadoras a unas condiciones de empleo precarias y disminuyendo la calidad del servicio educativo.
Construcción de centros públicos por fases, alargando las obras durante años y privando al alumnado, en este tiempo, de espacios complementarios como comedor, gimnasio, sala de usos múltiples, etc. Incumpliendo (una vez más) los mínimos que exige la ley.
Pérdida de la democracia escolar, vaciando de contenido el Consejo Escolar, y la capacidad de protagonismo de la comunidad educativa y reforzamiento de una estructura jerárquica encabezada por el director. Esto incluye un sistema de elección de directores donde prima la capacidad de decisión de la Administración llegándose al nombramiento de directores, de forma unilateral por la administración, sin contar con padres/madres ni profesorado del centro afectado.
Desaparición de las Comisiones de Escolarización, en las que participaban las familias de alumnos, representantes del profesorado y de la administración local, junto con la inspección.
Paralelamente se han ido aumentando año tras año los recursos económicos a la enseñanza concertada, en detrimento de la escuela pública; se ha fomentado el llamado cheque escolar (subvención directa a las familias que llevan sus hijos a la enseñanza privada) en educación infantil y formación profesional y, en estos momentos, con la amenaza de extenderlo al bachillerato. También se sigue dando terreno público para la construcción de centros privados o se incentiva la escuela privada con exenciones fiscales para sus clientes.
A pesar de todo, la escuela pública goza de un merecido prestigio gracias a la capacidad de entrega de los docentes, la colaboración de las familias y el superior valor ético que supone la educación en la diversidad que favorece la integración social y evita, a la larga, los conflictos sociales.
Es encomiable el compromiso de las familias de Getafe con la escuela pública, dispuestas a defenderla de cada agresión sin sucumbir a la implícita opción privada, conscientes de que cada respuesta concreta significa un fuerte apoyo a una educación pública de calidad.
Una vez más la Comunidad Educativa y la ciudadanía de Getafe sale a la calle para denunciar la situación provocada por las políticas educativas del PP y sus socios. También, sobre todo, sale a decir que es posible cambiar las cosas y crear una escuela pública getafense de calidad, inclusiva y equitativa para todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro pueblo.
La Plataforma por la Escuela Pública de Getafe convoca una gran manifestación, que irá desde la Plaza Palacios hasta la Plaza de Ayuntamiento, el día 18 de octubre, jueves, a la 17:30. La apoya diversas AMPAS de distintos colegios públicos.
Escuela Abierta es un movimiento de renovación pedagógica que surgió en Getafe en el año 1981 y que tiene entre sus objetivos la construcción de un modelo de Escuela Pública universal, inclusiva, científica y laica. Forma parte de la Plataforma por la Escuela Pública de Getafe.