GETAFE/Miradas arcoiris (11/09/2018) – El pasado 4 de septiembre se conmemoraba a nivel mundial el dia de la salud sexual, una oportunidad para concienciar sobre la importancia de la salud sexual en nuestras vidas, y de esta manera evitar problemas futuros por el miedo, desconocimiento o vergüenza asociadas al sexo.
Habrá quien leyendo estas líneas considere que es una cuestión más que superada y que la salud sexual está de sobra tratada en todos los ámbitos, pero sin embargo sigue siendo una asignatura pendiente en diversos espacios. La OMS define la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, que requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia; ateniéndonos a esta definición, podemos intuir que no todos, todas y todes y no en todos los lugares del mundo se puede hablar de que la salud sexual sea una cuestión prioritaria. Son muchos aún los países en los que pertenecer al colectivo LGTBI es motivo de estigma, persecución y asesinatos, impidiendo que las personas puedan relacionarse con libertad con quien sientan o desean hacerlo; son también muchos los países aún donde las mujeres estamos relegadas a un segundo plano, en muchas ocasiones tratándonos como mercancías para trueques o tratos entre familias. Incluso en nuestro país, no podemos hablar tan alegremente de que la salud sexual sea una cuestión superada. Nuestra sociedad es sexófoba (miedo, aversión a todo lo relacionado con el sexo y la sexualidad)
La salud sexual es una cuestión de derechos humanos. Por diferentes motivos y en diferentes sociedades este es un tema tabú en nuestros días, que desencadena problemas mayores con él/ella y con su entorno. Debemos ser conscientes que el acceso a la salud universal no es una realidad en multitud de lugares del mundo, tanto como el acceso a la educación y con ello a un conocimiento del bienestar sexual de nuestra propia persona.
Desde KifKif una jornada más hemos salido a la calle para reivindicar que aún son muchas las personas que no tienen acceso a una salud sexual plena por diversos motivos, y que debemos seguir luchando por una sociedad más inclusiva y abierta que no ponga impedimentos a la sexualidad libre de todas, todos y todes, que implique un acceso seguro a la salud sexual y a la educación en estos valores.
Se trata de un trabajo en el que estamos implicados todos los miembros de la sociedad: ser conocedores de que hablar de salud sexual no es hablar de sexo, es hablar de multitud de factores que afectan a nuestra persona y que por tanto debemos conocer, cuidar y respetar, para poder llegar a un buen estado de salud físico, mental, y sexual.