GETAFE/Palabra de concejal (03/09/2018) – En Getafe hay cinco centros públicos cuyas clases no comenzarán con normalidad este curso. La Comunidad de Madrid ha vuelto a fallar en sus promesas y centenares de niños y niñas junto a sus familias tendrán que soportar desplazamientos, obras y falta de instalaciones durante sus clases. Lo que es peor, cuando hemos pedido respuestas, nos han dicho que estaban de vacaciones y ahora eso no tocaba.
El desmantelamiento organizado de la educación pública en la Comunidad de Madrid que ha pasado por las manos de Gallardón, Aguirre, González, Cifuentes y ahora Garrido, ha llegado a su fase más crítica este año, cuando el PP en la Comunidad de Madrid y en la Dirección de Área Territorial Sur, se han negado sistemáticamente a informar a las madres y padres, cancelando incluso reuniones con el Ayuntamiento de Getafe, porque sus vacaciones personales eran más importantes.
La inquina del Gobierno regional con Getafe vuelve a tornarse cruel, porque ataca directamente a familias que junto a sus niños y niñas solo quieren poder disfrutar de la educación pública que se merecen. No podrán hacerlo, porque las obras no llegarán a tiempo a pesar de que llevamos meses denunciándolo, la Comunidad de Madrid ha decidido que les da igual.
No hay respuesta para 75 niños y niñas en el CEIP de El Bercial, para 100 niños y niñas de Los Molinos y otros 100 más que tuvieron que ser desplazados el año pasado desde el CEIP Miguel de Cervantes a otro colegio. Y por si fuera poco, todavía tampoco se ha podido garantizar la seguridad de 75 niños y niñas más que irán al colegio de Buenavista, ni tampoco los y las menores del nuevo IES de El Bercial y la última ampliación del colegio Emperador Carlos V.
Clases en los pasillos, comedores convertidos en aulas, colegios sin pistas deportivas, niños de tres años que tienen que ser desplazados a otros barrios, falta de material escolar y un largo etcétera de consecuencias que no son lo suficientemente importantes como para dar explicaciones.
Lo que queda claro es que la construcción por fases a la que se opone la comunidad educativa y el Gobierno municipal de Getafe, no falla por la mala planificación de la misma, sino porque es una herramienta más para perjudicar a las familias que eligen la educación pública para sus hijos e hijas. En Getafe lo hemos visto durante años y este curso 2018-2019 lo sufriremos más que nunca, porque la prioridad sigue estando en lo privado.
Frente a eso aquí nos tendrán, porque mientras más nos ignoren más alto vamos a luchar, porque a cuantas más familias perjudiquen más razones les están dando para desconfiar de sus promesas incumplidas, porque la educación pública y de calidad es lo único que importa y en esa asignatura la Comunidad de Madrid mantiene un deficiente.