Se llama conductor/a L’Oréal al que hace lo que le da la gana al volante, despreciando el Código de la Circulación o el más elemental respeto a los demás, solo porque él lo vale. Sus intermitentes son elementos decorativos, los aparcamientos de minusválidos reservados para su uso exclusivo o, en su defecto, la doble fila sin derecho a protesta; puede pararse sin motivo en medio de cualquier calle para que alguien se suba o baje de su coche con toda parsimonia y/o con gestos despectivos hacia el resto de vehículos; los semáforos, ceda el paso o stop no son más que sugerencias y los pasos de peatones territorios de caza. Por eso mismo, porque él/ella lo vale y en Getafe disfrutamos de acreditados ejemplos.