GETAFE/Akelarre (07/09/2018) – Este viernes que huele a cuadernos y libros nuevos, a tiza y a rotuladores, vuelve el Akelarre después del parón veraniego con más fuerza y más ganas de dar la pelea.
Volvemos al cole y a la rutina con un número escalofriante de mujeres asesinadas durante estos meses veraniegos, exactamente 14, y dos peques víctimas de la violencia machista. Unos datos espantosos que vuelven a demostrar que necesitamos más feminismo, más lucha, más política y más justicia (de la de verdad, no de la de titulares).
Necesitamos más feminismo. Feminismo del transformador, del que pone nuestras vidas en el centro de toda la actividad social, económica, jurídica y política. Ese feminismo que no habla solo a las mujeres con poder y blancas que desde sus atalayas vienen a animarnos a explotar a otras mujeres para tener un desarrollo personal “exitoso”. Necesitamos más feminismo del que formen parte “las nadies”, un feminismo de las trabajadoras que mueven este país diariamente en sus hogares, en sus trabajos y en las calles.
Necesitamos más lucha. No podemos parar ahora, no podemos pensar que con tener más mujeres en un órgano de Gobierno ya lo tenemos todo hecho, necesitamos un feminismo que lucha y que hace que las mujeres se organicen para plantar cara en todos los campos de batalla. Necesitamos una lucha con el objetivo de transformarlo todo. Seguir luchando, seguir batallando, seguir hasta conseguir que todo lo impregne el feminismo, porque solo así podremos tener una emancipación de las oprimidas.
Necesitamos más política, de calidad, de aquella que no busca el titular, sino una política radical que plante cara a la economía de los poderosos que nos precarizan, nos explotan y nos hacen más vulnerables. Política que sea fruto de las demandas de quienes defienden la vida y la dignidad de las mujeres.
Y necesitamos más justicia, una justicia que para ser universal no solo debe ceñirse una cuestión económica para acceder a ella, sino que debe romper todas las barreras patriarcales que nos ponen. Una justicia y unas leyes que reflejen lo que es una violación, que haga que no suelten a un violador al día siguiente de pillarlo in fraganti intentando violar a una chica de 15 años, como ha ocurrido en Alcorcón, con antecedentes por acoso sexual.
Para finalizar, necesitamos más sororidad, mucha más; necesitamos sentarnos, hablarnos, escucharnos, necesitamos unidad, cuidados y mucha fuerza para seguir en esta trabajosa tarea de cambiar el mundo.
Por cierto, mucha fuerza a las madres y padres del CEIP Miguel de Cervantes que están en plena jornada de lucha por una escuela digna para sus hijas e hijos y a toda la Comunidad Educativa que lucha cada día para que la educación sea pública y de calidad.